SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Realidades opuestas viven dos establecimientos escolares de esta localidad. La escuela 179, ubicada en el barrio ferroviario, está inmersa en un clima de festejo debido a los anuncios confirmados de que se comenzará próximamente a construir el ansiado salón de usos múltiples y algunas aulas que permitirán mejores condiciones de estudio.

En cambio, a los integrantes de la comunidad educativa de la escuela 161, situada en el barrio La Loma, los embarga la preocupación, porque después del receso escolar se han vuelto a producir roturas de vidrios en varias aulas del establecimiento.

La directora de la escuela, Laura Ceretto, informó que tiempo atrás se había hecho "un gasto de 600 pesos en vidrios ya que en algunos casos se rompen por el uso, por alguna corriente de aire, alguna puerta que se cierra o algún golpe con la pelota, pero ahora fue porque han sido apedreados".

Además convocó a "los adultos que juegan al fútbol durante el fin de semana o después de la hora escolar que se acerquen a hacer una acuerdo porque si no vamos a tener que cerrar el portón y si empiezan a saltar el cerco nuevo se va a romper". Aclaró que "la dirección está abierta a que se acerquen para que ellos usen la cancha pero que además cuiden la escuela".

Por su parte, la directora de la escuela 179, Liliana De Pasquale expresó su satisfacción porque los anuncios acerca de la construcción de un salón de usos múltiples y de algunas aulas más en el establecimiento se comiencen a confirmar y el sueño de la institución de contar con mayores comodidades para los alumnos se vaya haciendo realidad.

La construcción de las aulas llega para solucionar un grave problemas de superpoblación que había obligado a utilizar un viejo depósito externo como salón de clases.