Después de la guerra verbal desatada tras el discurso de inauguración del sábado, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y el jefe de gabinete, Alberto Fernández salieron ayer a dar señales de distensión en el conflicto entre el campo y el oficialismo.

Miguens estimó que sus palabras intentaron reflejar "como prioridad absoluta los temas de la ganadería" y que estuvo "lejos de significar política partidaria".

"Simplemente, quise plantear algunos temas que en este momento son importantes en macroeconomía, como el control de precios, de la inflación y del gasto público, y la necesidad de una reforma tributaria", afirmó el titular de la entidad ganadera.

"Me parece que dimos un mensaje realista de la situación de la actualidad del país con un gran compromiso sobre la exclusión social", sostuvo Miguens, y aseguró haberse "sorprendido" con la negativa reacción del gobierno ante sus palabras.

Fernández, por otro lado, indicó que "el primer defraudado con el discurso" del titular de la SRA fue él, aunque estimó que tras el incidente del sábado el gobierno y la entidad volverán "a hablar" y a "trabajar".

"Las cosas se van a encaminar como siempre; volveremos a recuperar el diálogo, seguiremos trabajando; ellos con su visión, nosotros con nuestra visión; nosotros con pedirles un poco más de consideración para con los argentinos, y ellos seguirán defendiendo lo que ellos dicen que son sus derechos", dijo.

No obstante, el jefe de Gabinete calificó de "desmedido" y "una enormidad" el contenido del discurso que Miguens pronunció y pidió "honestidad" al dirigente ruralista.

El funcionario negó, por otra parte, haber sido él quien llamó al celular del secretario de Agricultura y Ganadería, Javier de Urquiza, instantes antes de que saliera del palco en la Rural, y estimó que fue "el periodismo" el que asoció ese llamado con una supuesta orden gubernamental para que se retirara.

El duro discurso de Miguens generó además que el ministro del Interior, Aníbal Fernández dijera que el mensaje de la Rural no fue de una representación del campo, sino "el de la derecha liberal angurrienta". El funcionario repitió ayer ese mismo concepto en declaraciones a Radio 10. (DyN)