El clima negativo persiste en los mercados y muchos operadores empiezan a preguntarse si podrá revertirse en el corto plazo. Casi todos los bonos argentinos volvieron a bajar, mientras que la misma tendencia se registró en la Bolsa de Buenos Aires.

Los papeles argentinos de la deuda mostraron pérdidas generalizadas , con un promedio cerca del 2% y picos de poco más del 5%, como el del título vinculado al PBI nominado en dólares (-5,12%).

Por su parte, el índice Merval, que evalúa el rendimiento de las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires, cedió un 1,89%, copado casi por completo por los números negativos: registró 10 alzas, 61 bajas y 4 papeles sin cambios.

La piedra que dio comienzo a estos temblores en las plazas de todo el mundo pero que rebotan con especial fuerza en Argentina es el mercado de hipotecas de EE. UU. En las últimas semanas aparecieron dudas sobre las posibilidades de pago de muchos de esos créditos, lo que generó desconfianza en los inversores y el consiguiente traspaso de sus activos a papeles seguros, como los de los bonos del Tesoro de EE. UU.

Esto causó un retiro del dinero de los mercados emergentes, entre ellos la Argentina, con los efectos que se están viendo: caída de los bonos y de la Bolsa y presión hacia arriba en la cotización del dólar.

Por esta vez al margen de este nerviosismo, la cotización de la moneda estadounidense se mantuvo ayer en los mismos valores del viernes: $ 3,13 para la compra y $ 3,17 para la venta.