Martes 07 de Agosto de 2007 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
La UE corta las importaciones de carne británica
Habría un segundo brote de la enfermedad. La drástica medida incluye lácteos y ganado en pie.

LONDRES (AFP/DPA) - Un segundo caso sospechoso de fiebre aftosa en Gran Bretaña fue detectado ayer cerca de donde se registró el primer brote, en una granja del sureste de Inglaterra, por lo que se ordenó el sacrificio de ganado, indicó la responsable del departamento de veterinaria, Debby Reynolds. En tanto, la Unión Europea decidió ayer prohibir la venta de ganado, carne y productos lácteos desde Gran Bretaña a los demás países del bloque debido a que el territorio pasó a ser "zona de alto riesgo".

La Comisión Europea y Gran Bretaña estudiaron en un primer tiempo la posibilidad de un embargo más restringido en una zona en torno al foco detectado en el sureste de Inglaterra, pero finalmente prefirieron aplicarlo en una área mayor "para evitar la propagación del virus", declaró el portavoz de la Comisión, Philip Tod. Se trata de una "zona de alto riesgo" de la que está prohibido exportar ganado bovino, porcino y ovino vivo y sus productos derivados.

El segundo caso detectado ayer se encuentra "en la zona de protección" alrededor de la primera granja, señaló Reynolds. "Se trata de un caso sospechoso de fiebre aftosa. Hemos decidido sacrificar a estos animales.

El sacrificio ya empezó. Se detectó en seguida y quiero continuar gestionando la situación basándome en los resultados de los laboratorios", agregó.

La granja se encuentra "a muy pocos kilómetros como mucho" de la primera, afirmó. Esta responsable explicó que los veterinarios habían descubierto signos preocupantes en el ganado de esta granja que sugerían la presencia de la fiebre aftosa. Alrededor de 50 cabezas de vacuno iban a ser sacrificadas, según Reynolds.

Una superficie de unos 3 km fue declarada zona de protección mientras que se instalaron medidas de vigilancia alrededor de la primera granja afectada y del laboratorio de Pirbright, de la empresa Merial, fabricante de vacunas, desde donde se propagó supuestamente el virus. Por su parte, David Biland, director de operaciones de Merial, propiedad de Merck (estadounidense) y Sanofi-Aventis (francés), aseguró que el laboratorio "funciona según los estándares internacionales más altos" de seguridad.

Mientras, los ganaderos se encontraban "muy enfadados y preocupados", según Peter Kendall, presidente de la Unión Nacional de Granjeros, porque desde el laboratorio se hubiera propagado el virus.

La exportación cárnica de Gran Bretaña a la UE es de unos 1.000 millones dólares anuales. Los granjeros temen una reedición de la epidemia de 2001, cuando identificaron 2.030 casos, se sacrificaron 10 millones de cabezas de ganado con pérdidas por 12.000 millones de euros .

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí