No se debe confundir el plan de gobierno con el plan estratégico. El primero es un instrumento de contenido netamente político, mientras que el segundo constituye una herramienta técnica. Es decir, la actividad planificadora es un proceso político-técnico articulado (concertado) y participativo, en el que el conjunto social asume el compromiso de la elaboración de propuestas para ser incorporadas y desarrolladas por la gestión de gobierno. Estos planes pueden construirse a nivel nacional, regional, provincial y municipal (local), deben estar articulados y mantener una permanente vinculación para la coordinación y ajuste de las inversiones y acciones.
El plan de gobierno encuentra su fundamento en la plataforma política y se diseña con vistas a un período determinado de tiempo. Sus principales componentes son la "visión" y el "rol del Estado". Ambos conceptos se encuentran íntimamente ligados con la proyección de las políticas definidas en el más alto nivel y la percepción del conjunto de la sociedad civil respecto de sus aspiraciones colectivas en orden al diseño nacional, regional, provincial o local.
La visión es una construcción prospectiva en la que debe reflejarse la voluntad de dirigirse hacia determinados objetivos. Por ejemplo "tendemos hacia una provincia soberana e integrada que promueva el desarrollo, en un marco de seguridad y sustentabilidad para todos sus habitantes".
El rol del Estado es mucho más específico, ya que define ciertas líneas de política. Por ejemplo "estamos construyendo un Estado que asegure y afiance sus funciones y responsabilidades indelegables en las áreas de salud, educación, justicia, seguridad y acción social; aliente las inversiones y cree condiciones para la generación de empleo, considerando al medio ambiente en equilibrio con todos sus recursos".
La mecánica operatoria para llegar a estas dos definiciones fundamentales del plan de gobierno resulta de una doble circulación de propuestas: las de los políticos y las de la comunidad de referencia.
A partir de la visión y rol del Estado, se deben establecer los macro y micro objetivos.
Los macro-objetivos visualizan la proyección por caso de la provincia en el marco nacional e internacional.
Los micro-objetivos se refieren al comportamiento esperado de la estructura provincial.
Este proceso no es el resultado de una inspiración política o de la reflexión de un grupo de selectos pensadores. Este proceso debe desprenderse de la participación ciudadana (considerada como un derecho social) y debe concretarse en una interacción expresa entre el Estado (cualquiera sea su nivel: nacional, regional, provincial o local) y los actores de la sociedad civil, a partir de la cual estos últimos "penetran en el Estado" (Cunil Nuria, 1992) con una fuerte expresión de sus intereses sociales.
Lo que debe quedar bien claro, a los efectos de la práctica, es que el término "participación" implica asumir que se está "tomando parte". En el caso de la participación ciudadana se supone que los individuos, en tanto "ciudadanos", toman parte en alguna actividad pública.
La participación ciudadana no es una alternativa a la democracia representativa, sino sólo un complemento de la misma.
En este punto cabe finalmente destacar que si retomamos la concepción amplia de participación ciudadana, tomándola no sólo como un medio de socialización de la política, sino como una vía para devolver funciones a los sujetos sociales, la perspectiva de las modalidades de participación es muy amplia.
El plan estratégico deviene de la empresa privada a partir de los años '50. Estas organizaciones con fines de lucro y fuertemente enroladas en un mercado competitivo requerían de un plan que les permitiera actuar en forma exitosa frente a otras empresas.
A principios de los '80 surgió su incorporación metodológica al sector público que, necesariamente, reorientó su accionar en función de sus fines que son los de satisfacer las necesidades de la población, favorecer el desarrollo y brindar una mejor calidad de vida.
El plan estratégico es un modo de gestionar el cambio y de crear el mejor futuro posible para la sociedad en general y, como tal, puede concretarse a nivel nacional, regional, provincial o local.
Sin duda el plan estratégico se encuentra "apoyado" en el plan de gobierno. Sigue sus lineamientos políticos. Se hace eco de la "visión" y del "rol del Estado" y da forma concreta a los macro y micro objetivos planteados.
Al contrario del plan de gobierno, que es uno y domina toda la escena, el estratégico puede presentarse en forma sectorial y territorial. Por ejemplo, plan estratégico de salud o el urbano. Debajo del de gobierno pueden operar simultáneamente varios de los estratégicos. También tiene un diseño para un período de tiempo, pero se evalúa y ajusta (corrigiendo las desviaciones) anualmente, acompañando el ritmo del presupuesto anual.
Las características principales de este proceso son:
-concentración en temas seleccionados como claves y prioritarios
-vinculación con la disponibilidad de recursos
-análisis de las fortalezas y debilidades que se presentan
-relación con acontecimientos o cambios fuera del entorno
-énfasis en los resultados prácticos
El plan estratégico tiene como guía de sus intervenciones los macro y micro objetivos del plan de gobierno. Su rol es identificar y fijar las metas y las líneas estratégicas para ejecutar las obras y acciones definidas. En concordancia con el presupuesto, debe establecer con claridad los costos y el financiamiento.
No es un documento estático, sino una realidad dinámica y debe tener en cuenta su flexibilidad, la posibilidad de actualización y revisión cuando proceda, la capacidad de monitoreo y su evaluación.
"No hay ninguna receta que garantice el éxito en materia de desarrollo. Pero sí hay por lo menos dos afirmaciones ciertas: si el desarrollo se encuentra en nuestro futuro, no será con las ideas del pasado que lo alcancemos; si el desarrollo es un producto de la propia comunidad, no serán otros, sino sus propios miembros quienes lo construyan". ( Boisier S. 1997)
RODOLFO V. UEZ (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Economista. M.A en Planificación Urbana y Regional. U. Yale.