| Ceferino quería saber. De su corta vida final en el Italia donde al principio se lo halagó con reconocimientos y agasajos, mientras permanecía en Turín -donde monseñor Costamagna lo llamó injustamente "soberbio"-, Ceferino Namuncurá escribió dos cartas dos días antes de cumplir 18 años (ver págs.220/221 de EL Mancebo de la Tierra de Raúl Extraigas). En la primera, "A mi muy amado papá" remitida a Junín de los Andes, le clamó por su fe de bautismo. Le dijo que tenía gran necesidad de ese documento y le diera la información al R.P. Crestanello. "Ayúdeme, querido papá -rogaba- y algún día seré su consuelo y su alegría si no en este mundo, será en el otro". Al reverendo padre Augusto Crestanello le escribió - También a Junín- encomendándole buscara el acta y preguntándole a don Manuel Namuncurá "¿quién fue el Padre Misionero que me bautizó? ¿En qué año y qué mes?...¿Qué nombre me puso el misionero? ¿Quiénes fueron mi padrino y mi madrina? ¿Si fui bautizado en Chimpay o Choele Choel?". Ceferino murió pocos meses después ignorando esos datos.Ubicación del acta de nacimiento. Fue el salesiano Mateo Vallinotti quien en 1911 encontró el acta del bautismo de Ceferino en la parroquia de Patagones, búsqueda iniciada a propuesta del movimiento iniciado por el padre José Vespignani para rescatar vida y obra del indicito. Estaba en uno de los libros destinados a bautismos de aborígenes que especialmente llevaban los padres misioneros. ¿Dónde nació la mamá de Ceferino? Si se tiene en cuenta la fe de bautismo de Ceferino Namuncurá, sacramento otorgado en misión por el salesiano Domingo Melanesio el 24 de diciembre de 1888 en Chimpay, resulta que su madre "doña Rosario Burgos, (es) natural del país de la Nación Argentina, domiciliada en Chimpay...". Las múltiples referencias al respecto varían, con sucede con la edad calculada con diferencias de hasta de 15 años, pero el acta no brinda la edad, que sin embargo lo proporciona respecto de los padrinos. Respecto a su origen, la propia Rosario ha admitido haber sido tomada en Lonquimay, Chile, por el cacique Namuncurá. Otros datos dicen que era mestiza (probablemente hija de una cautiva tomada al oriente de la cordillera). La misma acta de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Patagones, año 1888, libro 29, folio 127, brinda un dato curioso: la madrina del bautismo fue "doña Carmen Burgos, natural de Mendoza, de treinta años de edad, domiciliada en el río Negro...". Todo hace sospechar que la madrina era hermana o tal vez prima de Rosario, lo que profundiza más la duda sobre el origen de Rosario, la madre del flamante beato. El padrino y el "cachique" religioso. Otros datos que llaman la atención del acta de bautismo de Ceferino Namuncurá, son algunos términos con los que definió la redacción el presbítero Domingo Melanesio. Al padre de la criatura la menciona con el "cachique (sic) Don Manuel Namuncurá, natural del país de la Nación Argentina, de religión indio...". El padrino de la ceremonia fue José Rivero, natural de Buenos Aires, de treinta y ocho años de edad..." y domiciliado en Roca, pero que no firmó el acta por no saber hacerlo, al igual que la madrina Carmen. Salvado de las aguas. Está bastante divulgado el episodio -que a la manera bíblica se salvó el bebé Moisés de perecer en el río Nilo- en que el pequeño Ceferino cayó al agua del río Negro, en Chimpay. Muchas décadas después, la madre -Rosario Burgos- aseguro que "fue en Viedma, y Ceferino, que aún era un niño de pecho, daba sus primeros pasitos". Se distrajo y cuando "lo busqué con la mirada vi su piernita que sobresalía de las aguas de un pequeño canal del río Negro". Lo salvó el padre. El misionero Domingo Melanesio. El salesiano que le impuso el crisma bautismal a Ceferino Namuncurá, Domingo Melanesio, fue el primer misionero arribado a Junín de los Andes en 1892 y en su templo parroquial descansan sus restos. Fue gran amigo del cacique Namuncurá, quien luego vivió no lejos de allí, en San Ignacio, la tierra donde aún están sus descendientes. FRANCISCO N. JUAREZ fnjuarez@sion.com
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