El campo lanzó su ofensiva contra el gobierno.
Cansado de los desaires y continuas promesas del presidente Kirchner y todo su gabinete, apuntó de lleno desde las tribunas de la Sociedad Rural sobre los magros resultados económicos logrados por el hombre de campo en estos últimos años, producto de las continuas intervenciones del Estado en el mercado.
Existe un falaz discurso oficial hacia la sociedad que nada tiene que ver con la realidad que vive hoy el productor. El actual programa económico continúa beneficiando fuerte
mente a todo el segmento comercial y financiero agroindustrial, pero discrimina con firmeza al sector primario. "El buen momento del campo" que pregona en forma continua el gobierno no es tal, ya que la mayor parte de las utilidades que hoy genera la actividad queda en manos del Estado. Es así que, en forma directa o indirecta, existe una transferencia de recursos del sector privado al público del orden de los 10.000 millones de dólares al año. Poco y nada de eso vuelve a la actividad.
El campo no sólo se siente discriminado, sino también usado por un gobierno que utiliza gran parte de sus recursos para sostener un esquema que apunta más a consolidar un proyecto político personal o familiar que al de un modelo de país.
Ayer, el sector tomó la decisión de enfrentar las iniquidades. Todo a sabiendas de las duras represalias que esta actitud traerá aparejada.
JAVIER LOJO