BAGDAD (AFP) - Ocho personas murieron ayer en nuevos episodios violentos en Irak, mientras las tropas estadounidenses detuvieron a 33 personas en operaciones contra miembros de la rama iraquí de Al Qaeda.
En Al-Wadiyah, en la periferia sur de Bagdad, un ataque con mortero provocó la muerte de dos personas, según los servicios de seguridad.
En Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de Bagdad, un teniente coronel de policía, Ismail Salam Jalef, murió cuando acudía a su oficina, indicó el coronel de policía Adel Zain al Abadein.
En el norte de Bagdad un civil murió y cinco personas resultaron heridas, entre ellas cuatro soldados iraquíes, al explotar una bomba al paso de una patrulla militar iraquí, según los servicios de seguridad.
Matan a cuatro rebeldes
Las fuerzas norteamericanas aseguraron haber matado a cuatro rebeldes armados en un ataque en Qasirin, en la provincia de Diyala.
La operación iba dirigida contra militantes sospechosos de atacar a las fuerzas de seguridad y de introducir desde Irán armas destinadas a las milicias chiítas, entre ellas el Ejército de Mahdi, leal al clérigo radical Moqtada Sadr.
Por otro lado, 20 personas sospechosas de mantener vínculos con el lugarteniente local de la red terrorista Al Qaeda han sido detenidas en el norte de la capital, según un comunicado del ejército norteamericano.
Trece personas más han sido arrestadas en Bagdad y en el norte del país, también por presuntos vínculos con Al Qaeda, según el ejército estadounidense.