Martes 31 de Julio de 2007 Edicion impresa pag. 30 > Sociedad
El fuego destruyó por completo la única escuela argentina en la Antártida

La única escuela argentina en la Antártida, ubicada en la Base Esperanza, fue arrasada por un incendio que la destruyó en su totalidad, pero no causó lesiones a los 17 chicos y dos docentes del establecimiento, informaron ayer fuentes del Ejército. El fuego ocurrió el sábado "por una aparente falla eléctrica en uno de los sistemas de calefacción y destruyó completamente el edificio, pero no impedirá la continuidad del ciclo lectivo", dijo el mayor Sergio Pietrafesa, jefe de la base. "Lo más importante es que nadie sufrió heridas ni quemaduras. El incendio comenzó pasadas las 17.30 y se detectó muy rápido, cuando era todavía un foco pequeño, pero no pudimos controlarlo y una hora y media después ya no había edificio", relató por teléfono el oficial del Ejército, fuerza a cargo de la base.

El esfuerzo de quienes combatieron el fuego y la debilidad excepcional del viento en ese momento -en una zona donde suele haber ráfagas de más de 200 kilómetros por hora- permitieron preservar una casa y un depósito próximos a la escuela. La veintena de edificios de Base Esperanza fueron construidos con un criterio descentralizado, precisamente para acotar el peligro de los incendios. Los incendios son de alto riesgo y más frecuentes de lo que puede suponerse en la Antártida, debido a los fuertes vientos y la combustibilidad de los aislantes y otros componentes de los edificios.

Las pérdidas también incluyeron unas 10 computadoras y otro material didáctico, pero no libros, cuadernos y útiles que los alumnos tenían en sus casas debido al actual receso invernal. La actividad escolar proseguirá, hasta completar el programa previsto, en una casa de unos 80 metros cuadrados distribuidos en cuatro ambientes, cocina y baño, con comodidades similares a las que tenía el edificio destruido, dijo Pietrafesa.

Esperanza es la única de las seis bases antárticas permanentes de Argentina donde residen familias -siete en esta campaña anual-, con chicos en edad escolar, por lo que desde 1978 cuenta con una escuela, que hace una década pasó a depender del Ministerio de Educación de Tierra del Fuego. En esta campaña, conducen sus actividades Karina y Marcelo, un matrimonio de maestros fueguinos, aunque oriundos de Entre Ríos, quienes se distribuyen los diversos niveles y contenidos curriculares que imparten a los alumnos, entre ellos sus propios hijos.

Base Esperanza se halla emplazada sobre la costa de la bahía del mismo nombre, en el extremo noreste de la Península Antártica. (Télam)

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí