Martes 31 de Julio de 2007 Edicion impresa pag. 07 > Regionales
Bajó el Limay porque se necesitó menos energía
En el Valle, el río tiene hoy un tercio del caudal que mostraba hace dos semanas. Se estima que el frío volverá y con él las necesidades de mayor aporte eléctrico.

NEUQUEN (AN) - Como cedió el frío en la zona central del país y mejoraron los niveles de agua en otras cuencas argentinas, el sistema eléctrico nacional pudo prescindir de los grandes aportes de energía de las centrales hidroeléctricas del norte de la Patagonia. Como consecuencias de esa combinación, el río Limay llega ahora al valle con un tercio del caudal que tenía hace dos semanas.

A la salida de la presa de Arroyito, que regula los caudales que llegan a la ciudad de Neuquén, el río Limay tenía ayer la mitad del volumen de agua de hace una semana atrás.

Ayer la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) renovó por una quincena más el acuerdo con la secretaría de Energía de la Nación para operar las centrales hidroeléctricas de los ríos Limay y Neuquén de acuerdo con las necesidades del sistema y las de la región (consumo humano, riego).

Durante estos diez días de reducción de los niveles de generación eléctrica, los embalses de las principales presas del Limay fueron mejorando sus reservas, pero no de manera importante porque los entrantes son más bien modestos.

Hasta ahora las centrales hidroeléctricas del Comahue fueron un puntal de la política del gobierno nacional para disimular la crisis energética que afecta al país desde hace años.

Fue, precisamente, la sequía lo que impidió que ese esquema se mantuviera este invierno (hasta el verano las condiciones fueron favorables).

Hasta hace dos semanas, las erogaciones de Arroyito estaban clavadas en un promedio diario de 1.200 metros cúbicos por segundo; hacia el 25 de julio habían bajado hasta los 600 y ahora llega a unos 400.

Pero no es en el río Limay sino en el Neuquén donde las cosas están seriamente complicadas porque a la sequía general se le suma un serio déficit de nevadas que tiene mucho de insólito porque la acumulación de nieve es grande en el sur de Mendoza y en la zona de Bariloche y San Martín de los Andes.

Por ahora, las erogaciones desde la presa que regula el caudal con el que el Neuquén llega al valle son mínimas (unos 90 metros cúbicos por segundo), pero tendrán que aumentar porque de este curso se nutre el canal principal de riego del Alto Valle rionegrino y la zona productiva de Centenario; ambos se llevan unos 80 metros cúbicos por segundo. En poco más de un mes esos cursos de agua deben estar funcionando.

Según los pronósticos, el frío que hace aumentar la demanda de energía volverá a las principales ciudades de la zona central del país. Habrá que volver a echar mano a lo que genere Piedra del Aguila y El Chocón, pero los recursos no son inacabables y si no hay aportes de mayor magnitud en breve los embalses bajarán a marcas complicadas.

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