BRUSELAS (AFP) - Un tribunal belga detuvo este lunes en el último minuto la expulsión de Angélica, una niña ecuatoriana de 11 años y de su madre, que ya se encontraban en la zona de tránsito del aeropuerto de Bruselas, listas para ser embarcadas rumbo a Quito.

Angélica y su madre Ana Cajamarca fueron sacadas de un centro de retención de migrantes en Bruselas y trasladados a un área especial en el aeropuerto cuando llegó la orden judicial que suspendía su expulsión, que había suscitado una oleada de reacciones en Bélgica.

Luego salieron en libertad del aeropuerto. La justicia belga estimó que la detención de Angélica en régimen de internamiento cerrado había violado la Convención Europea de los Derechos Humanos.

Tras la protesta expresada el pasado fin de semana, el gobierno de Ecuador anunció que presentará una segunda nota de protesta ante Bélgica por los maltratos a la la niña y su madre. La cancillería indicó que la protesta enfatizará "en el hecho de que el maltrato físico y psicológico al que han sido sometidas nuestras compatriotas es inaceptable y violatorio a los acuerdos internacionales de protección de los derechos humanos".

El ministerio observó que la decisión judicial se basó en la Convención Europea y también en un reporte psicológico del 5 de julio, del que se desprende que la menor sufre un estado próximo a la depresión por su detención en un centro de repatriamiento desde el 30 de junio. La abogada de la madre y su hija, Selma Ben Jalifa, aseguró también que ambas sufrieron maltrato durante la detención.

Sin embargo, la orden de liberación no significa que las dos ecuatorianas vayan a permanecer en Bélgica. La Oficina belga de Extranjeros apelará la decisión, ya que el auto de la justicia "no cambia en nada la situación irregular" de Ana y Angélica.

La situación de ambas despertó una oleada de simpatía en Bélgica, y el domingo, la propia esposa belga del presidente ecuatoriano Rafael Correa pidió clemencia. Angélica y su madre fueron detenidas durante un control policial en la calle. La Oficina de Extranjeros destaca que jamás presentaron una solicitud de asilo ni de regularización, y que como la mayoría de los 8.000 ecuatorianos que viven en Bélgica, se encontraban allí en forma totalmente ilegal. Es el caso del padre de Angélica, quien también se encuentra en situación irregular, pero que fue dejado en libertad. Uno de los tres niños de la pareja, el hermano menor de Angélica, de cinco años, tiene la nacionalidad belga. Este caso, cubierto ampliamente por los medios de comunicación belgas, puso en evidencia la reclusión de menores de edad, durante semanas e incluso meses, en centros cerrados.