VIEDMA (AV)- La sequía comenzó a dar los primeros números en las pérdidas de animales. Si bien en la Línea Sur no se cuenta -hasta el momento- con un registro sobre las consecuencias de la falta de agua, en campos de El Cuy de 1.500 animales se ha perdido un promedio del 50% de las ovejas. Los productores aprovechaban el cuero para que el costo a la dignidad no sea tan alto.

Algunos hasta han descartado las esperanzas en una primavera lluviosa, teniendo en cuenta los desalentadores pronósticos que se avecinan. En este marco y en el caso que lloviera copiosamente en estos días, permitiendo que la oveja tome agua y se ablanden los pastos, menguaría muy poco la emergencia, pero la pastura no aparecerá en esta época en esta región.

Esto significa que la oveja ingresará mal en la parición de setiembre y no se podrá evitar la mortandad, según lo señalado por el presidente del Ente de Desarrollo de la Línea Sur, Rodolfo Lauriente, en declaraciones radiales.

"Por más que llueva ahora no vamos a lograr que salga el pasto para que la oveja se alimente y al momento de parir pueda estar fuerte y alimentar a su cordero", agregó.

No obstante consideró que una primavera lluviosa "ayudará mucho a lo que se salve" y aclaró que esta sequía afecta también la producción de lana y de corderos, además del stock animal de la región "porque será muy difícil reponer las ovejas que se murieron, la producción de corderos será mala, al igual que la lana porque al faltarle proteína y crecimiento se corta, poniéndose quebradiza con menor valor en el mercado.

"Lauriente destacó que este es un buen año en relación a los precios porque por un lado la lana arriba de 10 pesos y por el otro, la posibilidad de exportar carne ovina a través de la barrera que se está abriendo ante la declaración a nivel internacional de zona libre de aftosa sin vacunación. Esto posibilitará la venta a valor dólar, "situaciones que no se darán porque no tendremos corderos y la lana será mala y no tendrá buen precio". Añadió que si bien aún no hay registro sobre las pérdidas, en algunos campos del departamento El Cuy de 1.500 ovejas, los productores informaron que ya se perdió el 50% de los rebaños.

La falta de lluvias en el otoño no permitió renovar pasturas, debilitando los animales que empezaron a morir ante las intensas heladas de este invierno.