NEUQUEN (AN).- Las estadísticas de denuncias en Defensa del Consumidor evidencian que al momento de comprar electrodomésticos y otros bienes de costo moderado (alrededor de 200 pesos), los neuquinos repiten la fórmula del resto del país: firman contratos que no pueden leer y piden créditos personales, incluso sin saber que lo están haciendo. Como contrapartida, las cadenas comerciales no son generosas con la información a sus clientes.

Del total de reclamos presentados durante el año pasado, el segundo lugar lo ocupan los conflictos con las tarjetas de crédito y métodos de financiación de los comercios de electrónica y artículos para el hogar.

Pero son pocos los consumidores que llevan los casos hasta las últimas consecuencias y las razones son dos: la primera, cansancio; y la segunda, las estrategias legales que despliegan las casas de venta.

Según detalló la titular de Defensa del Consumidor de Neuquén, Verónica Suárez, las distintas metodologías de crédito son las que, en las denuncias impulsadas por compra de electrodomésticos, captan la mayor cantidad de reclamos. Es que, motivados por el deseo de adquirir el bien, los usuarios no leen la letra chica de los contratose incluso toman préstamos que, si tuvieran toda la información disponible, no habrían aceptado.

Justamente, el tamaño de la letra en los contratos no tiene que ver con la intención de disminuir la cantidad de hojas a firmar, sino que apunta a que el cliente realice una lectura rápida. "Las faltas más habituales de tarjetas de crédito y de bancos son la utilización de una letra menor a los 1,8 milímetros que marca la Ley y los cobros indebidos", se explicó desde defensa del consumidor, en donde la mayoría de las quejas que se reciben tienen que ver más con el primero de los reclamos que con el segundo, dado el desconocimiento de los derechos en juego en una relación comercial. "La gente se olvida de pedir los contratos y ha habido casos en los que se detectó la firma de formas sin la información mínima. Eso es una falta del comercio y, aunque el consumidor no lo denuncie por esa razón, analizamos toda la relación comercial", se agregó.

Los comercios promocionan sus propias tarjetas de crédito y ofrecen ofertas especiales para esa metodología de venta. Hasta hace no más de una semana, una de esas cadenas presentaba planes -para la primera compra- con "interés cero" e incluso con una bonificación del 15%. Pero los cargos de mantenimiento mensual se equiparan a los descuentos y, en compras posteriores, se transformaban en un interés. "Son cobros indebidos, cargos a cuenta que aparecen en los resúmenes que no tendrían que existir", indicó Suárez. "Además, se trata de un interés encubierto porque no es un cargo fijo, sino que depende de la suma de la compra", agregó.