El 33º aniversario del asesinato del diputado nacional Rodolfo Ortega Peña se cumplirá mañana sin que los autores intelectuales del crimen, consumado con el sello de la Alianza Anticomunista Argentina, se encuentren todavía condenados.
Ortega Peña, quien antes de ser legislador fue historiador, editor de autores nacionalistas, abogado sindical y de presos políticos, fue acribillado el 31 de julio de 1974, un mes después de la muerte del ex presidente Perón.
La causa fue reabierta este año con el pedido de extradición de la ex presidenta María Estela Martínez de Perón y del ex policía Rodolfo Almirón, y la detención domiciliaria de Juan Morales -estos dos últimos sospechados de ser los autores materiales del crimen-.
Un viento de revisión sacudió en 2007 los adormecidos expedientes judiciales que tenían en la mira a los miembros de la Triple A. El movimiento judicial ayudó, a su vez, a volver la mirada hacia el asesinato de Ortega Peña. El mes pasado, el libro "La ley y las armas", de los periodistas Felipe Celesia y Pablo Waisberg, ofreció la primera biografía de una personalidad que entremezcló de forma singular intelectualidad y militancia.
Ortega Peña participó de la Asociación Gremial de Abogados, que tomó el desafío de defender a presos políticos de la dictadura de Lanusse y esa tarea está considerada como uno de los pilares de los actuales abogados de derechos humanos". (DyN)