El ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró que "están en marcha" las obras para ampliar el sistema eléctrico nacional y consideró que el ritmo de producción industrial no bajó "casi nada" pese a las restricciones en materia energética. Salió así a responder a una información periodística que señaló que las ampliaciones de gasoductos se encontraban paradas como consecuencia del denominado caso Skanska.
La información, publicada ayer por "La Nación", aseveró que de los 1.500 kilómetros de cañerías de gas proyectadas por el gobierno, hasta el momento no se había construido prácticamente nada.
Según esta versión, las obras se paralizaron a comienzos de año luego de tomar estado público supuestos casos de sobreprecio que terminaron con la renuncia de dos altos funcionarios dependientes del propio De Vido.
El ministro de Planificación, quien podría ser citado a declarar en la causa, estimó que "en 15 días" comenzarán las obras para redimensionar el parque eléctrico nacional, y afirmó que el objetivo es dotar al sistema con otros 8.500 megavatios.
"Se están haciendo las obras que el país necesita" en materia de energía, destacó
De Vido en declaraciones radiales.
El ministro aseguró que "acabamos de pasar el invierno más frío en 45 años y la sequía más pronunciada de los últimos 30 sólo con restricciones a las industrias".
Sin embargo, dijo que las restricciones en el suministro de gas y electricidad que debieron afrontar las industria no derivó en una baja de la actividad manufacturera.
"No hemos bajado los índices de producción casi nada, por el esfuerzo del sector industrial", sostuvo el ministro de Planificación.
El programa oficial proyecta ampliaciones de transporte de gas en 24,2 millones de metros cúbicos diarios, que permitiría cubrir el déficit actual del país.
La iniciativa incluía también la construcción del Gasoducto del Nordeste, que llevaría gas desde Bolivia a las provincias del Litoral y Buenos Aires.
Frente a la situación de escasez de gas, el Gobierno tomó varias medidas entre las que se encuentran las restricciones en el suministro a grandes usuarios pero evitó el corte en domicilios particulares.
También impulsó un plan para que las industrias consigan combustibles líquidos más baratos y así poder disponer de gas para las usinas eléctricas.