Viernes 27 de Julio de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Sociedad
Un "Zorzal" que precisa mucha ayuda

Alrededor de 1920 el gobernador bonaerense José Camilo Crotto permitió que los braceros viajaran libre y gratuitamente en los trenes de carga, cuando fueran a levantar las cosechas, y transfirió involuntariamente su nombre a los beneficiarios, por medio de la llamada "Ley Crotto".

Horacio Monge nació en Carcarañá, provincia de Santa Fe, se crió en Pergamino y llegó por primera vez a Bariloche en 1982, "a dedo, como me gusta viajar a mí".

Trabajó en el cerro Catedral, volvió a Santa Fe, y cinco años después regresó a esta ciudad, también a dedo, para vivir "a su aire". Desde entonces vivió haciendo changas y alternando períodos de alcoholismo con otros de abstinencia.

Si alguna vez durmió en una comisaría fue por estar ebrio y en peligro, y esa adicción al alcohol motivó que padeciera varios accidentes en la vía pública, como fractura de cadera y otras lesiones graves que lo obligaron a utilizar muletas.

 

Envidiable afinación

 

Su sobrenombre, "Zorzal", le fue impuesto por otros changas, ya desaparecidos, porque antes de que el alcohol y el frío destruyeran sus cuerdas vocales entonaba canciones folclóricas con envidiable afinación. Ahora necesita una silla de ruedas, una pensión y asistencia permanente, porque las empinadas calles de Bariloche no le permitirán valerse por sí mismo.

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