Viernes 27 de Julio de 2007 Edicion impresa pag. 29 > Sociedad
Limpian los accesos a San Antonio y Las Grutas

SAN ANTONIO OESTE (ASA) - Un acción casi simbólica empezó a desarrollar la municipalidad en procura de erradicar la basura que invade la localidad. De extremo a extremo del casco urbano y también en los sectores más alejados, las bolsas de nailon, los escombros, desechos pesqueros, neumáticos, latas, papel y todo cuanto uno pudiera imaginarse, se esparcen por hermosos lugares costeros, junto a caminos que incursionan entre la parte rural y también en baldíos céntricos.

Mientras se posterga la decisión de poner en marcha la planta de tratamiento de residuos sólidos, varias veces anunciada y para la cual se comprometieron partidas presupuestarias sin que se iniciara la ejecución, la comuna, optó ahora, a través de la delegación de Las Grutas, por retirar la basura de la vera de los de acceso a la localidad.

Frente a la vergüenza que provoca para un lugar turístico que al llegar los visitantes se encuentren con tan desagradable aspecto, el delegado Claudio Barbieri decidió enviar el jueves a su personal de mantenimiento a trabajar en la ruta, en cercanías del cruce ubicado a casi 20 kilómetros del balneario y a ocho de San Antonio, para que limpien el acceso.

Luego seguirán con otros puntos cercanos a las vías de ingreso, para tratar de mostrar a quienes llegan al lugar una imagen de mayor limpieza. Pero quien recorre por caminos costeros, como el que bordea la ría sanantoniense hacia el sector de las chancherías pasando el autódromo, o quien transita hacia el extremo opuesto y se acerca a Punta Verde, buscando llegar hasta frente a Alpat, no podrá evitar encontrarse con basureros clandestinos de enormes dimensiones.

También ocurre al recorrer la prolongación de la avenida Currú Leuvú hacia el Centro Minero, al este de Las Grutas, o en dirección a las Piedras Coloradas y El Sótano, hacia el sur.

Al inicio de su primera gestión el intendente Adrián Casadei prometió construir una planta de tratamiento similar a la que funciona en Laprida, Buenos Aires, aprovechando la experiencia que su mano derecha, Héctor Larregui, había cosechado como funcionario municipal en esa localidad.

El proyecto figuró en varios presupuestos, pero nunca llegaron a iniciarse las obras. Este año ha vuelto a ser tenido en cuenta, por un monto de 210.000 pesos.

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