ING. HUERGO (AR).- Una medida de protesta inusual causó revuelo ayer en el ámbito de salud local y también provincial. Una enfermera del hospital de Huergo se encadenó a una silla en la sala de espera para reclamar soluciones al grave deterioro edilicio del centro. Rosa Ñanco, acompañada de un reducido grupo de trabajadores, encabezó ayer la medida.