SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- El macabro hallazgo del cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición y con sus miembros desgarrados, al parecer por perros y alimañas, se produjo en una profunda hondonada del arroyo Trabunco, pero a apenas unos 150 metros de la avenida Koessler, principal acceso a San Martín de los Andes.
Con todo, podría tratarse de un suicidio ocurrido tiempo atrás, según los primeros indicios recogidos en el lugar.
De hecho, la descripción preliminar encaja con la de un anciano desaparecido hace más de un mes en San Martín de los Andes. En cualquier caso, la comisaría 43 y la delegación local de la Fiscalía de la Cuarta Cirscunscripción Judicial iniciaron las investigaciones, con la participación de peritos de Criminalística arribados desde la Dirección de Seguridad de Junín de los Andes.
El hallazgo se produjo en la mañana de ayer, cuando un circunstancial vecino de la zona de El Oasis, una barriada ubicada a la vera del arroyo y al pie de los faldeos, cortó camino cruzando por el cañadón por donde discurre el Trabunco.
De inmediato dio aviso a las autoridades policiales, que se constituyeron en el lugar y acordonaron la zona para proteger evidencia.
Como se apuntó, se trataba del cuerpo de un hombre en estado de descomposición, al que le faltaban algunos miembros, desgarrados al parecer por la acción de perros y alimañas.
En ese mismo sitio se halló una cuerda que pendía de un árbol, lo que permitiría -a primera vista- deducir que podría tratarse de un suicidio, y que el cuerpo finalmente cayó de la rama en cuestión, acaso por efecto combinado del peso y de los fuertes vientos y lluvias que se abatieron sobre la región semanas atrás.
Sería un hombre de 77 años
Siempre según las primeras especulaciones por las ropas y otros elementos hallados en el lugar, la víctima se correspondería con la descripción de Alfredo Rizo Espejo, de 77 años, quien desde el 6 de julio falta de su hogar de Villa Paúr y es intensamente buscado por la Policía.
El caso de Rizzo Espejo ganó también notoriedad, porque al momento de desaparecer le era concedida una pensión, cuyo primer cheque al cobro aún espera en la sucursal local del Banco Nación.
