NUEVA YORK (AFP) - Un juez federal sentó ayer un precedente susceptible de favorecer a muchos inmigrantes ilegales, al anular leyes locales del poblado de Hazleton (Pensilvania) por discriminatorias y contrarias a la Constitución.
"La ley federal prohíbe a Hazleton aplicar cualquiera de las disposiciones de sus ordenanzas", dictaminó el juez James Munley de la pequeña localidad de 30.000 habitantes. Las ordenanzas promulgadas por el alcalde republicano Lou Barletta prohibían alquilar apartamentos a inmigrantes indocumentados e impedían que fuesen contratados por empresas. El fallo podría frenar leyes locales similares en muchas otras ciudades.