Lunes 23 de Julio de 2007 Edicion impresa pag. 28 > Cultura y Espectaculos
La vanguardia en Latinoamérica
Es un trabajo de la ensayista Celina Manzoni.

BUENOS AIRES (Télam).- La voluntad de un cambio radical a nivel político y artístico, como motor de los movimientos literarios de ruptura surgidos en América Latina hacia las primeras décadas del siglo XX, anima el libro "Vanguardistas en su tinta. Documentos de la vanguardia" de la ensayista Celina Manzoni.

Editado por el sello Corregidor, el libro destaca expresiones de ruptura de Argentina, Chile, México, Ecuador, Brasil, Perú, Cuba y Puerto Rico, analiza personalidades claves de la vanguardia José Carlos Mariátegui, Oswald de Andradde, César Vallejo, Vicente Huidobro, entre otros y es a la vez un registro de grupos, manifiestos y publicaciones relevantes de la época.

El libro de Manzoni trata de: "informar a través de la puesta en circulación de textos difíciles de conseguir y ampliar el debate", según menciona a Télam.

Autora de los ensayos: "Un dilema cubano. Nacionalismo y Vanguardia" (Premio Casa de las Américas, 2000) y "El mordisco imaginario" sobre el narrador ecuatoriano Pablo Palacio, Manzoni, especifica que su libro esta estructurado en torno a tres ejes que fundamentales. "Primero los principales 'ismos' sin explícitas referencias a su difusión geográfica, luego los problemas implícitos en la relación entre vanguardia artística y política, donde tienen espacio destacado los peruanos Mariátegui y Vallejo, tanto como los intelectuales cubanos reunidos en la Revista de Avance y por último las expresiones vanguardistas menos difundidas", explica.

"Lo que aporta como nuevo agrega Manzoni está en el acento puesto a la relación entre vanguardia artística y política que se retoma en los anexos con documentos nunca publicados en nuestro país: dos homenajes a Mariátegui y el único número de la revista Favorables París Poema, dirigida por Vallejo en París en 1926".

La ensayista sostiene que estudia las vanguardias de América Latina, en el marco de la cultura occidental y en un momento de intensa internacionalización. "Estas vanguardias recrean el espíritu de ruptura de vanguardias europeas surgidas entre la irrupción del Futurismo en 1909 y primer manifiesto surrealista, en 1924".

Manzoni acude a un programa de la vanguardia brasileña el Manifiesto Antropófago para explicar el espíritu nuevo: "La antropofagia como proceso por el cual se devora y asimila al otro para crear algo nuevo en las entrañas de lo propio". Es indudable que los grupos vanguardistas de América Latina entre los que destacan el martinfierrismo

argentino, los estridentistas de México, y el grupo Minorista en Cuba buscaban en el espacio del criollismo, el indigenismo y la poesía afroantillana, las raíces de su identidad.

Al respecto, subraya su interés: "En señalar la renovación del interrogante acerca de la 'identidad' continental; una cuestión que tiene una larga historia en la cultura latinoamericana con expresiones memorables y polémicas por ejemplo en el siglo XIX".

Esa "identidad" entre comillas, indica una preocupación: "Por cierta carga esencialista que el término arrastra, al mismo tiempo que reconoce su existencia y la problemática que propone la articulación de vanguardia con el criollismo, el nacionalismo y negrismo. Todo ello reformula expresiones de la cultura continental que entonces parecían gastadas".

Como se dijo, un eje de "Vanguardistas en su tinta", es la relación siempre conflictiva entre vanguardia y política, expresada muchas veces como dilema entre esferas de lo social y lo puramente formal.

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