Días agitados se vivieron en la sede de la Junta Electoral Municipal, cuyas puertas recibieron martillazos con impugnaciones dentro de los preparativos para las elecciones del 4 de setiembre próximo.

El rechazo más contundente hacia una nueva candidatura del intendente radical, Jorge Ferreira, partió del socialismo, que lleva como mascarón de proa al ex concejal Juan José Tealdi.

Pidió que se niegue la oficialización tanto para ese cargo, como a primer concejal del jefe comunal, en representación de la Alianza Concertación para el Desarrollo y el Partido Victoria Popular, que también sostiene la bandera de Ferreira. Instó a este postulante a optar por integrar una sola de esas dos listas.

Los seguidores de Alfredo Palacios alegaron que la Carta Orgánica de la ciudad establece en su artículo 93 la forma de distribución de cargos para los cuerpos colegiados, la que se realiza proporcionalmente a los votos de cada lista.

En caso de repetición de candidaturas habrá dos listas que estarán eligiendo dos veces a la misma persona lo que llevaría a que el cuerpo colegiado tenga un integrante menos o exista un engaño al sistema, mientras los votos de ese postulante, en forma automática, se podrían transferir hacia el siguiente haciendo que una de esas dos listas acceda a una banca más de las que les correspondería por los votos reales obtenidos. Así, consideran los socialistas, se perjudicaría al partido que tenga el siguiente resto más alto al final de la distribución de las bancas. Para su situación, estiman que ese artículo genera posibles casos de dudosa interpretación a la hora de decidir la presidencia del Concejo Deliberante en los casos de repetición de aspirantes.

En suma, se estaría aceptado según su óptica una verdadera Ley de Lemas que no está contemplada en el sistema electoral provincial. Algo así, como el fenómeno ocurrido en el orden provincial. Con los resultados del 20 de mayo, de acuerdo a la cantidad de votos obtenidos, ganó Pichetto. Por los próximos cuatro años, el gobernador será Saiz gracias al bendito caudal que aportó el Partido Provincial Rionegrino.

En las últimas horas de la semana, la Junta Electoral impuso el criterio de desestimar los argumentos en los que Argentina tiene jurisprudencia. Por caso el fallecido dirigente socialista Alfredo Bravo no pudo asumir en la capital federal al no aceptarse la sumatoria de sufragios.

El pretendiente al sillón mayor por el ARI, Ariel Gallinger, también apuntó los cañones hacia Victoria Popular. Si bien indirectamente, busca restar votos para el oficialismo, en la presentación ante la Junta Electoral, el partido opositor critica la falta de autoridades a nivel local que la invalidan como fuerza. Tampoco tuvo suerte en el tribunal local que preside Alicia Roux. No hubo rectificaciones, sobre cómo Ferreira busca la reelección. Todo terminará en el Tribunal Electoral provincial dado que el ARI insistirá en llegar a última instancia. Esta fuerza ya apeló, y en la sede de la Junta Electoral se rumoreó durante el fin de semana que el socialismo trabajó en el mismo sentido para ir por la misma vía. Nada está dicho y consolidado hasta ahora.

El escenario se había presentado bastante espinoso desde el primer día de abierto el proceso electoral. Cuando se largaron las candidaturas, el dirigente Orfilio Peña del Vecinalismo, expresó su pretensión de cortarse solo para la presidencia del Concejo Deliberante sin autorización partidaria. Los máximos referentes, buscaron bajarle las expectativas recurriendo a ambas instancias. En el seno de la Junta ya saben que en cualquier momento aparecerá este fallo, aunque la decisión es seguir adelante con las actuaciones. "Si hay que hacer alguna rectificación, se hará pero todo dentro de los plazos perentorios", según la postura de Roux. No sólo hay que imprimir boletas sino que la compulsa está a la vuelta de la esquina.

ENRIQUE CAMINO

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