El gabinete médico forense atiende unas 200 consultas por año referidas a violación, corrupción, abuso sexual o estupro. En ese lapso, las comisarías de Bariloche y El Bolsón reciben aproximadamente el doble de denuncias, y los especialistas entienden que muchos otros hechos nunca llegan a conocimiento de las autoridades. A partir del conocimiento de las abundantes absoluciones que se dictan en la actualidad, es probable que se reduzcan aún más las denuncias, y que a la vez se acreciente la sensación de injusticia.
"La gente desconfía de las estructuras de la justicia, y las condenas en suspenso no son consideradas punitivas por los padres de los menores abusados", reflexionó Benítez, quien aclaró que "esas penas no son ejemplarizadoras".
Pese a que muchas condenas son de carácter condicional, hasta hace poco, cerca de la mitad de los internos de la alcaidía estaban procesados o cumplían condena por delitos sexuales.
Los especialistas afirman que el 90 por ciento de esos delitos cometidos en perjuicio de menores ocurren en el ámbito doméstico, y la circunstancia de que las víctimas sean sometidas por los guardadores y la certidumbre de que fueron obligados a hacer algo malo y de ser cómplices de una conducta delictiva, en ocasiones actúa como freno para que el menor ponga en conocimiento de lo sucedido a otro familiar o persona responsable.