ROMA.- El imán de la mezquita de Perugia detenido el sábado junto a otros dos marroquíes por supuestas actividades terroristas escondía en el interior de su casa hasta 60 tipos de sustancias químicas de gran toxicidad, con las que se pueden confeccionar artefactos explosivos, según ha desvelado la Policía. Los detenidos están sospechados de haber participado en los atentados del 11 de marzo de 2004 en la red de trenes de Madrid.
El director de la Oficina Central de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales de la policía (UCIGOS), Carlo De Stefano, manifestó que las sustancias químicas estaban escondidas en el trastero de la casa del imán, el marroquí Korchi El Mustafá, de 41 años y que todas son de "gran toxicidad".
La operación antiterrorista se desarrolló ayer y se saldó con la detención de dos marroquíes residentes en Perugia, una ciudad del centro de Italia, Mohamed El Jari, de 47 años y Driss Safika, de 46, residentes ilegales, y el imam de la mezquita de Ponte Felcino, Korchi El Mustafá, de 41 años. Se busca a un cuarto que también vive allí, acusado de pertenecer supuestamente a un grupo cercano al movimiento terrorista Al Qaeda, informó este cuerpo policial. Sobre esta persona, el funcionario italiano sostuvo que abandonó Perugia con destino presumiblemente a Irak y que mantuvo contactos con "numerosos extranjeros residentes en otros países europeos y en Siria". Además, continuó De Stefano, el fugitivo estuvo en contacto con dos marroquíes que residían en Bélgica y que fueron arrestados hace dos años, y eran "miembros de una célula del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, sospechoso de haber prestado ayuda a los que atentaron en Madrid".
Los arrestados han sido acusados de supuesto proselitismo y adiestramiento de personas, entre ellas niños, con finalidad terrorista en materia de armas, explosivos y sustancias tóxicas. "Era una verdadera escuela de terrorismo, enmarcada en un sistema de terrorismo practicado por pequeñas células que actúan de manera autónoma", destacó el director de la Oficina Central de Investigaciones italiana, Carlo De Stefano.
Según la policía, las investigaciones han permitido documentar cómo los marroquíes, mediante la visión de películas, proclamas, mensajes y documentos descargados de internet instruían en la mezquita, en horas de culto, a fieles y los adiestraban en el uso de las armas, lucha cuerpo a cuerpo y acciones terroristas.Los detenidos también adiestraban a niños, que participaban en las "lecciones" que impartían durante las horas de culto y en las que mostraban el material descargado de internet de páginas protegidas.
