SAN PABLO (DPA) - Apenas cuatro días después de la peor tragedia aérea de Brasil, un cortocircuito en el centro de control aéreo de Manaos (Cindacta 4) ocurrido el sábado, que según sospechas del comando de la aviación pudo tratarse de un sabotaje, generó este fin de semana caos en los principales aeropuertos nacionales con suspensiones y retrasos en casi todos los vuelos de cabotaje.
Según el último informe del ente estatal que administra los aeropuertos (Infraero), de los 677 vuelos programados para arribar o partir de los principales aeropuertos nacionales durante el medio día de ayer, 281 (esto es, el 41,51 por ciento), sufrieron atrasos de más de una hora. En el mismo período fueron cancelados 60 vuelos -el 8,8 por ciento-, de los cuáles 18 fueron cancelados en la terminal de Congonhas, en Sao Paulo, donde el martes se accidentó el Airbus A320 de TAM, causando la muerte de cerca de 200 personas.
También se registraron atrasos y cancelaciones en la terminal de Cumbica, también en Sao Paulo, y en los aeropuertos de las capital de Santa Catarina, Florianópolis, y de Río Grande del Sur, Porto Alegre. Entre las causas del nuevo caos aéreo, que tiene en jaque al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva desde hace unos diez meses, está un cortocircuito ocurrido el sábado en el Cindacta 4, que obligó a los controladores de vuelo a trabajar a oscuras y sin poder comunicarse con las 17 aeronaves que sobrevolaban la región durante más de dos horas, debido a que dejaron de funcionar los radares y las radios.
El cortocircuito "podría haber provocado una nueva tragedia", afirmó un controlador aéreo citado por el diario "Folha de Sao Paulo". "Teníamos sólo dos teléfonos fijos, que funcionan en caso de emergencia, para 12 controladores. La mayoría de los contactos con otros órganos de control (de aproximación) fue hecha por celulares", indicó.
Crecen las sospechas
Según el portal G1 de la Rede Globo, el comando de la Aeronáutica sospecha que el cortocircuito haya sido pro
ducto de un sabotaje porque la "anomalía" detectada no debería haber provocado el corte de energía. También refuerza esa hipótesis el hecho de que el desperfecto ocurrió durante la madrugada, horario en el que se concentran los vuelos internacionales controlados por el Cindacta 4, que tiene a su cargo el control aéreo de los estados de Amazonas, Roraima, Mato Grosso y parte de Pará, y que funciona como una "puerta de entrada al país".
En tanto, la reciente tragedia con el Airbus de TAM, ocurrida sólo diez meses después del accidente del Boeing de Gol que se estrelló en la selva amazónica con 154 ocupantes, sumada a la sucesión de caos en aeropuertos, aumentan el temor y la inseguridad con relación al sistema aéreo nacional entre usuarios, pilotos y controladores de vuelo.
Ese temor quedó revelado ayer en una estudio del instituto privado Datafolha, que indica que el 53 por ciento de los brasileños que viven en Sao Paulo dice que tiene miedo de volar en avión, y que de ellos, el 84 por ciento asegura que ese temor creció en los últimos 12 meses.
La crisis hizo que el 29% de los usuarios de aviones que viven en Sao Paulo ya desistieran de viajar en avión una vez en los últimos 12 meses, y que el 31% de ellos disminuyeran la frecuencia de sus viajes en avión.