Sao Paulo (dpa) - La crisis aérea en Brasil se agravó hoy tras el cierre por lluvias del aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, y que junto al desperfecto ocurrido el sábado en un centro de control aéreo provocó que 625 vuelos sufrieran atrasos y 328 fueran cancelados en todo el país.
Mientras dentro de la terminal más transitada del país los pasajeros volvieron a sufrir indignados las consecuencias de la crisis aérea, que se arrastra desde hace diez meses, las lluvias provocaron además el desmoronamiento de un barranco en la cabecera de la pista principal, comprometiendo un muro de contención del aeropuerto, que puede derrumbarse.
La terminal de Congonhas está funcionando únicamente con la pista auxiliar, debido a que la principal está cerrada desde el accidente del martes 17, luego de que se estrellara un Airbus de TAM y murieran 200 personas. Las aerolíneas TAM y Gol resolvieron hoy transferir todos los vuelos hacia otros aeropuertos y cerraron sus respectivas oficinas en Congonhas.
Los problemas en Congonhas fueron agravados por un desperfecto ocurrido en uno de los principales centros de control aéreo del país, Cindacta 4, que además de provocar atrasos y cancelamientos de vuelos en todo el país, generó un cruce de acusaciones entre la Aeronáutica -que levantó la hipótesis de que el desperfecto haya sido fruto de un sabotaje-, y los controladores aéreos, que rechazaron la acusación y denunciaron que el comando de la aviación "oculta casos de riesgo" en el sistema aéreo.
El miedo a la pista central de Congonhas, considerada peligrosa por pilotos y controladores de vuelo, especialmente cuando llueve, se vio reforzado debido a que al menos tres aeronaves abortaron aterrizajes en los últimos días.