En la literatura hay grandes obras con la amistad en el centro de la trama. Algunos ejemplos de personajes inolvidables: Los Tres Mosqueteros, Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson.

En el cine y la tele también hay varios casos: desde antiguos clásicos como El gordo y el flaco y Los tres chiflados a series de la época como Friends. La saga italiana Amici miei (Amigos míos), con las desopilantes travesuras de un grupo ya maduro también se ganó una legión de adeptos en la pantalla grande. Mucho más acá en el tiempo, otra formidable saga, la de El señor de los anillos, ponía a los lazos que crea la amistad, con Frodo y su banda, en el centro de la escena.

Otra gran película que también tuvo su secuela, Toy Story, se convirtió en la favorita de los chicos y no tanto con las aventuras de un grupo de juguetes y la cálida relación con su dueño. "Yo soy tu amigo fiel", la pegadiza canción de la película, también se ganó su lugar. Esto dice la letra en dos de las estrofas: "Tal vez hay seres más inteligentes/ Más fuertes y grandes también/ Tal vez, tal vez ninguno de ellos te querrá/ Como yo a ti mi fiel amigo/ Nuestra gran amistad/ El tiempo no borrará/ Ya lo verás no terminará/ Yo soy tu amigo fiel/ Yo soy tu amigo fiel". Buenísima.