ALLEN (AR).- Un muy especial momento histórico vivirá la comunidad allense el próximo martes 24 cuando lleguen a esta ciudad los restos mortales de su fundador, Patricio Piñeiro Sorondo. A 72 años de su deceso y por iniciativa de sus familiares directos, se cumplirá el deseo de Sorondo de descansar en la tierra donde desarrolló una fructífera labor por su progreso y bienestar. Actualmente, sus restos descansan en el cementerio de La Recoleta de Buenos Aires, desde su fallecimiento en 24 de octubre de 1935.

Nacido en Baradero en 1981, fue descendiente de una estirpe de pioneros y fundadores de pueblos. Abandonó la Capital Federal y llegó al Alto Valle en compañía de su esposa, Catalina Brickmann, para administrar las propiedades de su hermano Miguel Piñeiro Sorondo en 1907, luego de renunciar al Ministerio de Agricultura.

Una de sus primeras iniciativas fue la formación de la Cooperativa de Irrigación para solucionar el obstáculo de la falta de riego. La localidad fue fundada exactamente 100 años después de la Revolución de Mayo, el 25 de mayo de 1910 y fue bautizada con el nombre de Allen, al igual que la estación del ferrocarril. El decreto que oficializó la fundación fue firmado por el presidente Figueroa Alcorta, siendo Sorondo el primer intendente.

Creó el Fondo de Fomento para administrar el dinero que los colonos pagaban por los trámites para obtener los títulos de propiedad de sus tierras, el cual se destinó a obras públicas para el pueblo como el edificio de Correo, la comisaría, el cementerio y el trazado de calles y caminos.

La iniciativa de traer sus restos a Allen surgió luego de que autoridades del Museo Municipal se contactaran con una de sus bisnietas, Constanza Sorondo. El próximo martes 24 de julio, sus restos y los de su esposa e hijo, serán trasladados desde Buenos Aires al cementerio de Allen, para ser depositados en un monumento construido en la rotonda de acceso de la mencionada necrópolis y erigido en su memoria.