Domingo 15 de Julio de 2007 > Deportes
Venezuela despidió la Copa con colorido
Los organizadores montaron un show diverso y extenso sobre el campo de juego del estadio José "Pachencho" Romero, dedicado a la exaltación de la unión de los pueblos sudamericanos.

 Maracaibo  (Télam, enviados especiales).- Venezuela ofreció esta tarde una simpática despedida a la Copa América 2007 con dos características constantes a lo largo del torneo: el colorido y la desorganización. Los organizadores montaron un show diverso y extenso sobre el campo de juego del estadio José "Pachencho" Romero, dedicado a la exaltación de la unión de los pueblos sudamericanos. El número, comenzado con tres horas de anticipación al partido entre Argentina-Brasil, incluyó coreografías folclóricas de la región, con cientos de niños vestidos de paisanos, y otras del moderno género del reggaetón, con fuerte arraigo en los jóvenes venezolanos. 

 Otro numeroso grupo de chicas, de pollera deportiva blanca y camiseta "vinotinto", acompañó los distintos momentos de la fiesta con un baile centrado en el frenético agite de la bandera nacional.  Las agrupaciones Bacanos, Tecupae, Voz Veis, los cantantes locales de reggaetón Chino y Nacho, y un conjunto de gaiteros pusieron su música en el cierre. 

Desde el palco oficial, el mediático alcalde Gian Carlo Di Martino contemplaba la celebración, mientras esperaba por la presencia del presidente Hugo Chávez y el titular de la FIFA, el suizo Joseph Blatter. Durante el desarrollo del show sucedieron numerosos problemas para acceder y situarse en el "Pachencho" Romero ante el desborde de los organizadores y la obstinación de los militares encargados de la seguridad.El tráfico interrumpido 500 metros a la redonda de la cancha generó largas procesiones de gente rumbo al templo futbolístico y el desprolijo control transformó el acceso en una odisea. 

 Los periodistas, por caso, debieron portar su credencial, una entrada con ubicación asignada y aún así permanecieron por más de media hora apiñados contra un alambrado a la espera del permiso militar.  El fastidio por la demora y el excesivo calor (35 grados aproximadamente) provocó algún desmán en las afueras y una vez dentro de la cancha el enojo aumentó ante la confirmación de que los lugares asignados de acuerdo al boleto no tenían correspondencia física en el estadio. Muchos cronistas debieron ubicarse por orden de llegada en la platea y trabajar con sus computadores sobre la falda. 

 Los miembros de la delegación argentina también sufrieron incovenientes para sentarse en la platea oficial de la cancha, en buena medida, reservada para el personal de PDVSA, la petrolera venezolana. Claudio Codina, amigo y colaborador del entrenador argentino Alfio Basile, debió interceder ante los ubicadores que no lograban situar a los argentinos de la comitiva oficial. 

 Dentro del campo, un gigantesco Guaky (mascota del torneo) repetía ademanes simpáticos para disimular la desorganización constante que desmitió las opiniones del propio Blatter y el presidnete de la Conmebol, Nicolás Leoz, cuando calificaron a la 42da. edición como "la mejor de la historia". La fiesta de cierre concluía después de la final con un show del cantante puertorriqueño Chayanne, en un escenario armado en el paseo Urdaneta, a 300 metros del estadio.

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