Jueves 12 de Julio de 2007 Edicion impresa pag. 04 > Nacionales
Evasivas en el juicio a Nicolaides

Un ex jefe militar y un ex jefe policial de la dictadura se mostraron ayer esquivos y dubitativos al prestar testimonio en el juicio que se sigue al ex comandante del Ejército Cristino Nicolaides y a otros, por la desaparición de un grupo de militantes montoneros, en 1980.

El ex jefe de personal del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, teniente coronel Alfredo Hurrell, describió someramente las funciones que los imputados desempeñaban en esa repartición durante la represión ilegal.

Su relato no aportó demasiado cuando el juez Lijo intentó determinar qué ocurría en esas oficinas del área de Inteligencia, en las que supuestamente se gestaban operativos de secuestro y traslado clandestino de prisioneros políticos.

Igualmente frágil de memoria se mostró el ex subjefe de policía de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo Gargano, quien si bien reconoció que la fuerza policial participaba subordinada a las fuerzas castrenses en los operativos represivos, no pudo precisar detalles. No obstante, sí fue certero al expresar que "jamás" impartió "órdenes al margen de lo legal" a sus subordinaros, quienes montaban los operativos de acordonamiento de las zonas para evitar que ingresaran o egresaran particulares.

La de ayer fue la segunda jornada de la ronda de testimonios en el juicio contra Nicolaides y otros ocho uniformados del Ejército y un ex policía por torturas, secuestros y desapariciones de un grupo de montoneros.

(DyN y Télam)

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