Los planetas que no giran alrededor del Sol también tienen agua. Al menos, así acaba de quedar demostrado con uno de ellos. Su poco atractivo nombre es HD 189733b, y está localizado en la constelación de Vulpecula, a 63 años luz de nuestro planeta.
Ese mundo, algo mayor que Júpiter y tan cercano a su estrella que sus años sólo duran 2,2 días terrestres, es uno de los llamados 'hot jupiters' (Júpiter calientes), una clase de planetas que no se encuentra en nuestro Sistema Solar. Su temperatura asciende a 700º C, por lo que sólo puede albergar agua en forma de vapor.
El descubrimiento se publicará hoy en la revista 'Nature', que acaba de ser galardonada con un premio Príncipe de Asturias por su labor en la divulgación de la ciencia. La evidencia de que este planeta tenía agua se obtuvo al estudiar el tránsito de este mundo frente a su estrella a través del telescopio espacial de infrarrojos Spitzer, de la NASA.
Las investigaciones han estado dirigidas por la investigadora Givanna Tinetti, de la Agencia Espacial Europea (ESA), y en ellas ha participado también el astrónomo español Ignasi Ribas, del Institut de Ciències de l'Espai de Barcelona, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
"En este planeta es imposible que haya vida", reconoce Ribas, quien señala que "la novedad está en que es la primera vez que se encuentra agua en un exoplaneta "que no órbita alrededor del Sol". En realidad, el descubrimiento era una cuestión de lógica: el hidrógeno es el elemento más común del universo, y el oxígeno, el tercero. Por ello, el agua, compuesta por ambos elementos, también debe encontrarse por doquier en toda clase de planetas.
Sin embargo, hasta ahora los científicos no habían dado con un método que mostrara sin lugar a dudas la presencia de este compuesto, fundamental para la vida, en un planeta extrasolar.
"Hay gente que lo había buscado antes, pero nunca lo habían logrado", explica Ribas.