CIPOLLETTI (AC).- Los descargos que hicieron los imputados a lo largo del debate no fueron suficientes. Hoy, a las 16, la acusación pedirá condenas para los cuatro médicos sospechados de presunta mala praxis por la atención que recibió Facundo Pablo, en abril de 2004. En el caso del anestesiólogo Pablo Kirilovsky, la querella solicitaría la pena máxima: 5 años de prisión y 10 de inhabilitación.

En los alegatos hablarán el fiscal Oscar Cid, el querellante Oscar Pandolfi y los defensores Germán Busamia (Nelson Fernández Santiváñez), José Gerez (Joaquín Andrade) y Eves Tejeda (Pablo Kirilovsky y Fabiana Aguirre Neira).

Ayer ampliaron sus indagatorias Kirilovsky y Andrade, mientras que Fernández Santiváñez declaró por primera vez ante el Tribunal.

En su defensa, Fernández Santiváñez dijo que Andrade dispuso la extubación de Facundo y que él estuvo de acuerdo (Andrade había dicho que no sabía quién lo decidió) y reconoció que él no escribió la historia clínica en su turno, como lo había expresado Aguirre Neira.

Pero no sólo eso: el médico reveló que "nunca" vio la historia clínica. Cuando tomó el turno, el 7 de abril a las 14, aún no había nada escrito. Al igual que la médica imputada, Fernández Santiváñez dijo que no supo que Facundo había sufrido un edema agudo de pulmón en quirófano.

Aseguró que Andrade, quien empezó a atender al paciente apenas salió del quirófano, no se lo comentó. Sin este dato siguió el tratamiento.

De todos modos, aclaró que desde las 16 en adelante, cuando se extubó al paciente, sólo se le dieron líquidos en base al plan de hidratación. No se le brindó un "suministro generoso" a partir de esa hora, como detalló Aguirre Neira en la historia clínica supuestamente en base a lo que él le había dicho.

Según Fernández Santiváñez, en el tiempo en que estuvo en terapia (hasta casi las 21:30) Facundo se mantuvo compensado, sin indicios de insuficiencia respiratoria. Reconoció que no pidió estudios para evaluar el estado del paciente.

Kirilovsky, por su parte, insistió en que el respirador de quirófano "funcionaba bien" y que la mejor muestra es que con ese equipo Facundo salió del paro cardíaco. Reiteró que el capnógrafo, el aparato que permite medir el dióxido de carbono, "estaba" y que más allá de ello tenía otras formas de saber si el paciente se encontraba ventilando bien. "Una falla en el respirador es algo que se detecta instantáneamente", enfatizó.

Pero la acusación no lo cree. Tanto Fiscalía como querella mantienen la hipótesis inicial, que indica que una falla en el respirador fue la causa del paro cardíaco de Facundo, y que a eso se le sumaron otras "negligencias" que llevaron al deceso del joven en terapia intensiva. Por eso, pedirán condenas a los cuatro médicos procesados por "homicidio culposo".