Marco Solorza, a fuerza de talento, se convirtió en uno de los referentes del motociclismo de velocidad en Argentina. Por estos días, se alista para encarar una nueva experiencia en Europa. Participará en cuatro pruebas del afamado certamen español de velocidad (CEV).

La primera vez que pisó suelo español lo hizo para conocer un motociclismo diferente.

La segunda, el año anterior, fue para sumarse a un equipo oficial, pero Argentina pudo más y a la vuelta logró un nuevo título.

¿La tercera será la vencida? Tal vez, el poderoso equipo Yamaha Factory le extendió una invitación a Marco para participar de algunas pruebas del CEV. Papá Miguel fue el que más empujó para encarar el desafío, sin importar lo económico.

Miguel, ex motociclista también, sabe que Marco tiene la oportunidad de pegar el salto, si bien no le quita el sueño que ninguno de sus tres hijos sean pilotos profesionales. Pero, cómo no dejarlo que intente.

"Marco, el grande", como se lo apoda, no participa del certamen argentino porque no tiene cabida en ninguna categoría, lo mismo que su hermano Martín y el misionero Gabriel Borgmann.

Marco gastó mucho caucho en el autódromo roquense, aun-que el clima no ayudó.

¿Cómo estás preparado?

No como queríamos. El frío jugó en contra. Las gomas que se usan en el CEV acá no terminan de agarrar temperatura, con las de calle ando más fuerte.

¿Igual, viajás con tiempo?

Sí. El lunes estaremos en Promo Racing, que es de Yamaha Factory para ajustar detalles. El miércoles y jueves vamos a probar en Valencia. El sábado y domingo estaré en Barcelona haciendo trial.

¿Después el debut?

Entre el 27 y 29 de julio se disputará en Valencia la cuarta fecha del CEV. Voy a participar en la categoría principal, obviamente con una Yamaha.

¿No te quedás en España?

No. Vamos a ir y volver. El 24 y 25 de setiembre tenemos programadas pruebas en Albacete, donde el 7 de octubre se disputará la quinta fecha. En noviembre, el 9 ensayo en Valencia y el 18 irá la sexta del certamen, mientras que el 25 en Jerez se realizará la última.

¿Qué experiencia?

Unica, en un medio diferente, porque el CEV es lo más importante que existe después del Mundial. No me piden resultados, pero yo tengo la obligación de devolverle a mi papá algo de todo lo que me da.

Rápido como pocos, no vacila en asumir riesgos en busca de un triunfo. A Marco le llegó la hora de mostrar todo lo que aprendió. El CEV puede ser puerta de ingreso al profesionalismo.