Ubaldo es uno de los tantos valletanos que viven en Buenos Aires y que se les acelera el corazón cada vez que se encuentra con alguien de su tierra natal. Es conserje en un lujoso hotel ubicado en pleno microcentro porteño y vivió una semana especial ya que allí estuvo alojado Gustavo Canales, el ex goleador de Cipolletti, Deportivo Roca y La Serena (Chile), antes de emprender el viaje a Colombia para sumarse al Once Caldas.

Este joven en realidad es fanático del albinegro y no tardó en reconocer y saludar al jugador que acaba de dar el salto más grande de su carrera y por estas horas está sumándose al equipo que en el 2004 le ganó la Copa Libertadores nada menos que a Boca.

¿Cómo vivís estas horas previas al viaje a Colombia?

- Con un poco de ansiedad pero a la vez tranquilo porque esta oportu

nidad es producto de mucho esfuerzo.

¿Qué significa jugar en un equipo que hace poco ganó la Libertadores?

Para mí es lo mejor que me pasó como futbolista. Es un desafío muy grande. Sigo aspirando a jugar en algún club de la primera de Argentina y sé que en algún momento se va a dar.

¿Qué te dejó el fútbol chileno?

A pesar de que no fue tanto tiempo, creo que me ayudará mucho para madurar como persona y como jugador.

Jugaste de delantero, como cuando explotaste en Cipolletti.

- Sí, ese es mi puesto. Me puse como meta aprender las mañas del puesto y cada día siento que evoluciono.

¿Cómo surge la chance del pase?

Por un contacto de mi representante. Tuve un final de torneo muy bueno en Chile (once goles en doce partidos) y tuve ofertas de La Serena y otros clubes más grandes de Chile, pero la del Once Caldas fue la mejor.

¿Seguiste la campaña de los zonales?

Sí y me puse muy contento por el ascenso de Cipolletti. Tengo una deuda con el equipo y con la gente. Cuando volví se crearon muchas expectativas en mi juego y no pudimos rendir. Prometo volver por una revancha. (AC)