BUENOS AIRES (ABA) .  Representantes del lavagnismo coincidieron con los Rodríguez Saá (durante el congreso de peronistas disidentes realizado el fin de semana en Potrero de los Funes) en que existe margen para que en las elecciones presidenciales de octubre el justicialismo tenga más de una fórmula oficializada; un esquema similar al de 2003 cuando dicho movimiento llevó a tres candidatos: Néstor Kirchner, Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá.

De lo que se lamentan varios asistentes a Potrero de los Funes es sobre el "excesivo rol protagónico de Carlos Menem".

Aún cuando Roberto Lavagna advirtió sobre aquellos que en San Luis terminaron haciéndole el juego al oficialismo, tres dirigentes de su fuerza estuvieron en territorio puntano con el objetivo de "apoyar los intentos para democratizar y normalizar las estructuras del P.J, pero en ningún caso avalar una fórmula dado que la misma debe formar parte de un congreso legal y legítimo del justicialismo". Fueron la diputada nacional Marina Casese, la candidata a vicegobernadora por la provincia de Buenos Aires por el lavagnismo Teresa Solá, y el asesor del ex ministro de Economía, Alejandro Rodríguez, quienes llevaron a Potrero de los Funes la posición de Lavagna.

En una conversación de cuarenta y cinco minutos con el ex gobernador y actual senador Adolfo Rodríguez Saá, destacaron al frentismo como un mecanismo propio del justicialismo. En tal sentido, recordaron que el propio Rodríguez Saá integró su fórmula con Melchor Posse.

En ese plano, subrayaron la calidad de justicialista de Lavagna y la identidad de ese sello en los candidatos a gobernador y vice de la provincia de Buenos Aires; a la vez que el frentismo estaría representado en el segundo integrante de la dupla presidencial, el titular del radicalismo, Gerardo Morales.