Martes 10 de Julio de 2007 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
Tres son multitud... de fútbol
Riquelme lidera un equipo que gana, gusta y golea. Tevez y Messi son sus socios ideales en el área rival.

"En el segundo tiempo el equipo me encantó". Alfio Basile estaba feliz, después de ver cómo sus 'players' jugaron ante Perú los mejores 45 minutos del torneo. Y la verdad es que les encantó a todos los que estuvieron en el Estadio Metropolitano de Barquisimeto. No fueron ráfagas esta vez, sino largos pasajes de fútbol exquisito que terminaron por aniquilar a un adversario que había aguantado bien en la etapa inicial.

¿Qué cambió? Apareció Juan Román Riquelme, que en el primer tiempo no había encontrado compañía en sus hombres de ataque, pero en el segundo, con el ingreso de Carlos Tevez, no sólo dispuso de más espacios para maniobrar, sino que pudo generar las alianzas suficientes para desequilibrar a una defensa que se había mostrado sólida.

Primero combinó con el 'Apache' y sacó un balazo de zurda que se le coló abajo a Butrón, un gol muy similar a otro que le había anotado a Brasil en cancha de River por las eliminatorias del Mundial 2006.

Y luego le metió una asistencia magistral a Lionel Messi, que se movió bien sin pelota y ganó la posición para que el '10' argentino lo habilitara con uno de esos pases milimétricos que sólo él sabe hacer. Ahí se abrió definitivamente el partido.

 

Triángulo de juego

 

Con sus tres jugadores más talentosos en cancha, Argentina aquietó el ritmo por momentos y generó ataques punzantes por otros. Tevez y Messi hicieron las delicias de la gente y Román fue ese conductor que toda orquesta necesita. Si hasta Abbondanzieri, un espectador de lujo a lo largo de los 90 minutos, se prendió a la fiesta, armando un contragolpe genial que terminó con Riquelme marcando el cuarto gol.

Fueron 45 minutos de película con tres mosqueteros que abrieron el camino hacia una fortaleza que en el primer tiempo parecía inexpugnable. Tevez demostró que está para ser titular y ocupar el lugar que dejó el lesionado Crespo.

Riquelme ratificó su gran momento y que en la medida que sus compañeros busquen los espacios, ahí estará él para dejarlos de cara al gol.

Ellos dos, junto a Messi, el jugador más desequilibrante que tiene este equipo, deben mantener a raya a cualquier defensa, facilitándole el control del juego a la selección. (DPA)

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