NEUQUEN (AN) - La ministra de Ación Social, María Oscos, está a pocos meses de concluir su gestión y se da por satisfecha con lo realizado. Incluye en el balance los meses que ocupó una banca en el Congreso Nacional y todos las acciones que desplegó. Rechaza los cuestionamientos en torno a la ley de protección del menor y el adolescente (la número 2.302, ver aparte) y sostiene que su objetivo fue iniciar una profunda transformación del trabajo de su ministerio para dar respuesta a los complejos requerimientos sociales. Sostiene que lo logró al ponerla en marcha y dejar ese proceso sustancialmente consolidado.

Argumentó que no participó de la interna pasada porque entendía que los nombres de los candidatos debieron consensuarse. Descartó cualquier posibilidad de ocupar un cargo en el próximo gabinete, aseguró que seguirá militando en el partido y que colaborará en todo con el gobierno que encabece Jorge Sapag. (ver aparte)

"Comencé una transformación muy profunda respecto de cómo se aborda la necesidad de intervención del ministerio, en grado creciente, con un sistema. Porque todo está relacionado con todo, no podemos 'fetear' la sociedad, ni en los niños ni otros sector, en fajitas. Un programa, otro programa, otro y terminamos interviniendo en una misma familia con tres programas distintos", señaló.

Dijo que era necesario ver a la sociedad como un todo, más allá de que metodológicamente se empiece a trabajar por una parte.

"Pensar Acción Social como sistema también significó dejar un montón de cambios y dejar atrás un montón de paradigmas. Toda esta transformación está bastante consolidada, pero es un proceso. Obviamente nosotros tuvimos que corregir errores y supongo que se podrán seguir corrigiendo los que vengan.

En esto nadie tiene la verdad", remarcó.

¿La conformó dejar el Congreso y volver al ministerio?

Todas las decisiones entre dos cosas buenas... Pero que el gobernador me volviera a convocar para que terminara consolidando la transformación que empecé fue un reconocimiento enorme, me llenó de orgullo. Además del recibimiento que me dieron los colaboradores que supe conseguir en el ministerio.

Un balance de su paso por el Congreso.

Yo dejé cosas interesantísimas iniciadas y tuvieron continuidad en Hugo Acuña. Por ejemplo, el código alimentario necesita una transformación, que se incorporen otras cosas; la ley de transgénicos deber ser tratada de una buena vez. Quedaron finalizados varios trabajos para que los proyectos de ley fueran presentadas. Fue un paso breve, pero concreto porque dejé cosas armadas.

¿Y en el ministerio?

El desafío fue altísimo: cambiar la mirada que se

tenía de lo social. Que lo social no tiene que ser sólo una cuestión asistencial, sino que es mirar a la sociedad como un todo, con la relaciones que tiene ese todo entre sí y que no depende de clases sociales ni de recursos económicos. Depende de cuestiones como ser vulnerable, como estar excluido y otras cosas. Obviamente es una transformación muy profunda para decir que en cuatro años está completada. Es un proceso en marcha, hay una concientización que ésta es la modalidad con que hay que trabajar.