LONDRES (DPA) - Casi dos años después de los fallidos atentados que intentaron emular el sangriento ataque del 7 de julio de 2005, cuatro de los seis acusados fueron declarados hoy culpables de planear asesinatos .
Los cuatro extremistas musulmanes intentaron volar por los aires tres trenes de metro y un autobús en la capital británica el 21 de julio de 2005. Pero los explosivos, ocultos en mochilas, no detonaron como los suicidas tenían previsto y nadie resultó herido.
Por el momento se desconoce cuál será la pena que tendrán que cumplir, así como el fallo del jurado para los otros dos acusados. Los seis hombres, de entre 24 y 33 años, fueron detenidos poco después del fallido atentado y se declararon inocentes.
En su declaración alegaron que las bombas eran falsas y su único objetivo era mostrar su rechazo a la guerra de Irak.
La fiscalía subrayó que los fallidos suicidas no eran "precipitados imitadores", sino que habían planeado su ataque cuidadosamente mucho antes del 7 de julio, cuando cuatro suicidas causaron la muerte a 52 personas y heridas a 700.
Según la investigación, los ataques iban a ser realizados con seis bombas de fabricación casera para causar nuevamente "el máximo daño posible" dos semanas después del primer baño de sangre. Los acusados son de origen africano y llevaban mucho tiempo viviendo en Gran Bretaña.