ISLAMABAD (AP/AFP).- Soldados del ejército se lanzaron al asalto de la Mezquita Roja de Islamabad ayer, provocando un tiroteo encarnizado con milicianos a los que se acusa de retener a más de 150 rehenes en el interior, entre ellos mujeres y niños, dijeron fuentes oficiales.
Tres policías miembros de los grupos comando murieron y siete resultaron heridos al inicio del ataque contra el bastión fundamentalita de Islamabad, indicaron fuentes médicas. "Nosotros tenemos tres cadáveres de policías-comando y siete heridos", indicó Mohammad Zaheer, médico del Instituto de Ciencias Médicas paquistano.
Una serie de violentas explosiones remecieron la Mezquita Roja al amanecer, luego que las tropas paquistanas lanzaran el operativo para desalojar a los militantes islamistas atrincherados allí con los niños y mujeres rehenes.
"Las fuerzas han ingresado en la madrassa (escuela religiosa)'' junto a la mezquita, dijo anoche el vocero militar, general Waheed Arshad. "Hay un tiroteo intenso''.
Dijo que 20 niños fueron rescatados del lugar. "Alrededor de 20 niños habían logrado escaparse de la mezquita y ahora están bajo la protección del ejército" dijo Arshad.
Un oficial del ejército que no dio su nombre dijo que los comandos ya habían tomado la mezquita y avanzado sobre el edificio escolar. "Hay numerosas víctimas ", indicó un responsable que pidió el anonimato y que agregó que los heridos estaban siendo llevados al hospital por las ambulancias.
El asalto comenzó minutos después que una delegación encabezada por un ex primer ministro abandonó la zona y declaró que sus esfuerzos para encontrar una solución pacífica al asedio, que llevaba una semana, habían fracasado.
Más de 40 ambulancias estaban acercándose al lugar junto con camiones que transportaban más soldados.
Los militares intervinieron una semana después de iniciados los combates entre las fuerzas de seguridad y los partidarios de los clérigos intransigentes de la mezquita, quienes intentaron imponer un régimen de tipo Talibán en la capital mediante una campaña de secuestros y amenazas que duró seis meses. Al menos 24 personas habían muerto en ese período.
