En el viaje de regreso, en medio del cansancio, Agustín explica que existen varias modalidades dentro de la misma caza. Una de ellas es ir transitando lentamente con la camioneta, así los perros van "venteando". Una vez que olfatean un "padrillo" se lanzan del vehículo y tras ellos la partida.
Y por supuesto están aquellos que prefieren las armas y los apostaderos, es decir esperar en sitios donde pueden transitar los jabalíes, como aguadas y dormideros, para cazarlos con proyectiles.
En la comarca del Valle Medio la caza de este animal tiene muchos adeptos. Incluso llegan cazadores de distintos puntos del país y del mundo. Pero todo se realiza con mucho hermetismo. Básicamente porque los dueños de los campos sólo otorgan permiso a personas de su extrema confianza, dado que las jaurías pueden llegar a atacar el ganado vacuno o incluso quienes cazan pueden provocar desmanes. (AVM)