NEUQUEN (AN) - Por la noche, los hogares, los comercios y las industrias de la región levantan la aguja de la demanda de potencia eléctrica hasta máximos históricos. Desde una pequeña oficina en semipenumbras ubicada a pocos metros del viejo puente carretero se sigue de cerca el funcionamiento de esta red, de cientos de kilómetros de largo: es el corazón del sistema de transmisión de energía eléctrica de la región.

En tiempos de crisis hay que estar doblemente atentos. Y el Centro de Operación del Transporte por Distribución Troncal del Comahue (conocido por sus siglas, COTDT) es como un panel de control de líneas de alta tensión, estaciones transformadoras, alimentadores y despacho de centrales de generación de electricidad.

En el enorme escritorio hay, uno al lado del otro, 11 teléfonos. Parece un exceso, especialmente porque en el lugar hay sólo un operador por turno.

Pero lo que domina el centro de operación no son los teléfonos sino las pantallas de computadoras, donde se monitorea los más de 1.000 kilómetros de línea de 132 kilovoltios (kV) más alguna otra de 33 kV, todas las estaciones transformadoras de la zona, alimentadores y lo que entrega cada máquina de la mayoría de las usinas térmicas y las centrales hidroeléctricas de la zona.

La regionalización que alguna vez se pregonó desde los gobiernos de esta zona del país tiene en la operación de la red eléctrica la más cabal evidencia porque el

COTDT Comahue pertenece a las dos provincias: el EPEN del lado neuquino y Transcomahue, por Río Negro.

Ello se debe que, en realidad, las instalaciones son de las provincias pero la mayoría fue construida por la ex estatal nacional Agua y Energía Eléctrica. Neuquén y Río Negro tendrían que haber conformado, para recibir esos bienes, una sola empresa conjunta (la Empresa de Transporte por Distribución Troncal Comahue), pero nunca lo hicieron y ahora cada una opera su porción de las líneas.

Para eso, Neuquén le dio a su distribuidora de luz, el EPEN, funciones de transportista reconocido a nivel nacional. Y Río Negro creó una empresa nueva, Transcomahue, con sede en Cipolletti.

Pero el centro de operaciones lo comparten, lo que constituye uno de los puntos de integración más palpable.

El monitoreo abarca el centro y el oeste rionegrino, el este y el norte neuquino, y una pequeña parte de La Pampa (en la zona de 25 de Mayo).

Cada uno de los seis operadores del centro lleva en sus espaldas una gran responsabilidad porque en caso de una falla en el sistema ("perturbación", en la jerga eléctrica) es el que debe dar los alertas, tratar de determinar las causas e inclusive, en el caso de líneas en territorio rionegrino, realizar maniobras desde el mismo centro.

En cada provincia hay además sendos centros de operación de la distribución: en Neuquén y en Cipolletti.

En una crisis (supongamos que se interrumpe el suministro a Neuquén desde una estación transformadora) la intervención del operador de turno puede llegar a ser determinante para la reposición del servicio.