El domingo próximo, a las 21, en el Teatro Español de Neuquén, se presentan la pianista argentina Mirta Herrera y el Quatuor Stanislas, con los violinistas Laurent Causse y Bertrand Menut, Paul Fenton en viola, Jean de Spengler en violonchelo. Es la primera vez que se presenta en Argentina, en el marco de una gira por tres ciudades del interior, junto a Herrera.
Creado en 1984 en Nancy, Francia, el Stanislas realizó más de quinientos conciertos en todo el mundo, incluyendo festivales en su país de origen, Alemania, Suiza, Bélgica, Italia, Bulgaria, Japón, Taiwán, Canadá, México, Cuba, Estados Unidos, África, Medio Oriente y Sudamérica.
En el 99, editó un compacto con los tres primeros registros mundiales de la música del compositor francés Joseph Guy Ropartz (1864-1955). Su debut sudamericano ocurrió en el Festival Francia-Venezuela con tres conciertos y una serie de presentaciones en diferentes ciudades del país hermano.
Nacida en el porteño barrio de Floresta, Herrera estudió en el Conservatorio Juan José Castro bajo la dirección del maestro Antonio De Raco. Ganó la beca "Vincenzo Scaramuzza" y en 1972 viajó a Europa para perfeccionarse con Carlo Zecchi en l'Accademia Nazionale di Santa Cecilia y con Fausto Zadra en el Centro Internazionale di Studi Musicali en Roma. Becada por el gobierno alemán continuó su formación en Köln, donde se diplomó con Günter Ludwig, alcanzando las más altas calificaciones; en el Conservatorio de Losanna, Suiza,
obtuvo la License de Concert. Fue asistente del maestro Zadra en la Ecole Internationale de Piano, donde permaneció varios años. Luego, fue seleccionada para participar en los cursos de interpretación beethoveniana, dictados por el maestro Wilhelm Kempff.
"Río Negro" abrió la entrevista con la pianista, consultándola sobre el modo en que aflora su emoción de ejecutante. "Mi contacto con las obras que interpreto -y esto le sucede a todos los instrumentistas- no es siempre el mismo. Depende del momento y de la afinidad que tengo con el compositor. Trato de tener muy clara la estructura, la construcción arquitectónica, formal y armónica."
-¿Hasta dónde es posible compenetrarse con el espíritu del autor, para traducirlo -si vale el término- en este tiempo que compartimos?
-Recrear una obra no es fácil y, sobre todo, no es estático. Podemos llegar a una comprensión y profundidad mucho mayor con el tiempo y el trabajo, pero esto no quiere decir que obtengamos invariablemente el mismo tipo de resultado. Hay piezas que nos pertenecen en poco tiempo y otras que nos parecen lejanas siempre, independientemente de la dificultad técnica.
Actualmente radicada en Roma, Herrera es profesora de piano en el Conservatorio Estatal de L'Aquila; desarrolla una intensa actividad como solista y en formaciones camarísticas; y dicta cursos y clases magistrales en Europa, América del Norte, Sudamérica, Asia y África. Participa regularmente como jurado en concursos nacionales e internacionales y promueve e interpreta música argentina. Or
ganiza en la capital italiana, como Directora Artística de la Associazione Internazionale di Musica, un festival dedicado a música clásica de autores latinoamericanos.
- ¿Cuándo una obra está lista para ofrecerla al público?
-¡Difícil decirlo! No podemos ser tan perfeccionistas y pensar que ese momento no llega nunca. Creo que cuando nos sentimos dentro de ella, con una idea clara de lo que queremos hacer, ya podemos permitirnos el placer de compartirla con el público. A veces las sorpresas son positivas y otras, no... Nunca se sabe..."
- Imaginemos los instantes previos a su salida al escenario... ¿En qué piensa?
-Antes de un concierto, procuro concentrarme en la belleza de lo que voy a tocar, tratando de tener todas mis energías mentales y físicas canalizadas para esta finalidad. Busco convertir el temor -inevitable- en energía positiva, pensando en la suerte que tengo de poder hacer algo que tanto amo, a pesar de todas las incertidumbres que me crea."
- ¿De qué modo siente que la emoción, a través suyo, pasa al público?
-La emoción que yo puedo sentir y que trato de transmitir a las personas que me escuchan, encuentra algunas veces una trayectoria serena y límpida. En otras ocasiones, el contacto es más difícil o no se produce casi en absoluto. Quizás en esta falta de seguridad, en este riesgo continuo, en esta sorpresa que no nos abandona, quizás en todo esto, está la magia y el placer de hacer música."
- ¿Qué sensaciones tiene al regresar a nuestro país?
-La nostalgia de la Argentina es cada vez mayor. Tengo la suerte de poder viajar a menudo. Me encanta vivir en Roma, pero cuando llego a Buenos Aires reconozco allí a mi gente, mi idioma, mis costumbres.
Además de Neuquén, Herrera y el Quatuor Stanislas, visitarán en Rosario y Córdoba. Luego volarán a Brasil para tocar en Juiz de Fora, Belo Horizonte y Sao Paulo, entre otros lugares. Otra trayectoria límpida y serena.
EDUARDO ROUILLET
