El primer ministro británico, Tony Blair, se reunió ayer con el papa Benedicto XVI en el Vaticano, entre especulaciones sobre su conversión al catolicismo y su posible nombramiento como enviado internacional a Cercano Oriente una vez que haya dejado su cargo actual la próxima semana. Fuentes del Vaticano informaron que la audiencia privada entre el Papa y Blair duró alrededor de media hora.