KABUL/ISLAMABAD.- El presidente afgano, Hamid Karzai, advirtió duramente a la OTAN por el creciente número de víctimas civiles en el país, en tanto que unos 80 talibán y al menos 35 civiles paquistaníes perdieron la vida por los enfrentamientos, informaron ayer la OTAN y medios paquistaníes.

Karzai advirtió que, o bien la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) trabaja junto a Afganistán para evitar más bajas civiles, o bien Kabul se verá forzado a tomar una decisión. Los afganos, según el presidente, necesitan cooperación, pero aún no la han recibido, como lo demuestra la "ya inaceptable" cifra de muertos civiles.

Entre tanto, la violencia continuó en el sur del país. En la provincia afgana de Paktia, en la frontera con Pakistán, perdieron la vida cerca de 60 presuntos talibán, informó la OTAN. Otros 20 murieron en la vecina provincia de Waziristán Sur, según el Ejército estadounidense.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) comandada por la OTAN informó que se trata del mayor grupo de rebeldes en la región durante los últimos meses.

La ISAF respondió un ataque a sus aviones bombardeando desde el aire y con artillería las posiciones de los rebeldes, en una operación concertada con el Ejército paquistaní, según la ISAF.

La televisión local dijo que varios misiles disparados por la ISAF desde Afganistán alcanzaron un hotel del lado paquistaní y dejaron un saldo de al menos 12 muertos, entre ellos tres mujeres y un niño. El portavoz del Ejército de Pakistán, general Waheed Arshad, confirmó los hechos a DPA, pero negó la existencia de víctimas y que los misiles hubiesen sido dirigidos al lugar a propósito: "Puede haber algunos muertos del lado de Afganistán, pero hasta ahora no tenemos ninguna información sobre bajas en nuestro lado". Según el canal de noticias Aaj, los misiles alcanzaron más casas en los alrededores y dejaron un saldo de 20 muertos y 30 heridos en la localidad de Zeba Pahari. (DPA)