ELENA BOX MORENO

DPA

MADRID (DPA).- "Mi compadre Joan Manuel/me dijo sal de tu ombligo/vente de rumba conmigo/ponle un bozal a tu hiel". Y Sabina no se lo pensó dos veces. Ahora, estos maestros de la canción preparan las maletas para embarcarse por primera vez en una aventura conjunta que los llevará a recorrer más de 60 escenarios a ambos lados del Atlántico. "Dos pájaros de un tiro" a punto de levantar el vuelo.

El catalán tiene fama de meticuloso y perfeccionista; el andaluz, de caos ingobernable. Uno fue siempre un "bon vivant"; el otro, un vividor. Pero Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina comparten mucho más de lo que los separa: una amistad a prueba de seis meses de conciertos y unas ganas incorruptibles de demostrar que siguen en la brecha. Y que todavía les quedan muchos versos por cantar.

Esta "pareja de hecho", como ellos mismos se definen, llevaba más de un lustro acariciando la idea de iniciar una gira común, pero hubo un detonante que les dio el impulso definitivo: con más de 60 años uno, y el otro a punto de cumplirlos, los dos artistas sienten que la vida les ha brindado una segunda oportunidad.

Serrat, plenamente recuperado de un cáncer de vejiga del que se operó en el 2004, no tardó en colgarse la guitarra al hombro y subirse al escenario. A Sabina, en cambio, le costó un poco más.

Tras la isquemia cerebral que sufrió en el 2001 le sobrevino una larga depresión, una "nube negra" como escribió su amigo y poeta Luis García Montero que lo sumió durante muchos meses en una profunda apatía. Aparcó la guitarra, dejó de componer y se encerró en sí mismo a cal y canto. Su último disco, "Alivio de luto" (2005), puso punto y final a esa oscura etapa y lo devolvió a los escenarios.

Quizá sea esa renovada vitalidad la que les ha abocado a planear una gira por todo lo alto, lejos del intimismo de otras veces, con una espectacular puesta en escena en la que estarán flanqueados por nada menos que diez músicos. No faltarán entre ellos ni Ricardo Miralles,

que lleva más de 30 años acompañando al "Nano" a la tecla, ni los inseparables escuderos de Sabina desde hace un cuarto de siglo, Pancho Varona y Antonio García de Diego. Pero, ¿cómo sonarán juntos?

Pues esa es precisamente la gran sorpresa de "Dos pájaros de un tiro", que arranca el 29 de este mes en Zaragoza y, después de cruzar de norte a sur la geografía española, llegará a México en octubre, desde donde seguirá su periplo por Venezuela, Ecuador, Perú, Chile y Argentina hasta culminar en diciembre en Montevideo.

En total, 34 temas, 17 para cada uno, entre los que no habrá ninguna canción inédita, pero sí muchas novedades. Serrat, que ha conservado casi la misma voz de su juventud, tendrá que distanciarse del lirismo melancólico con el que tantos aplausos ha cosechado para sacar su lado más canalla e interpretar algunos de los temas sabineros más roqueros, como "La del pirata cojo".

Por su parte, el "Flaco", cuyas cuerdas vocales sí han notado el paso de los años y los excesos de la vida crápula para el deleite de sus fans, tendrá que armarse de todo su romanticismo cuando ponga voz a letras como la de "No hago otra cosa que pensar en ti". Una de esas canciones por las que "daría una pierna, a condición de que no sea la del medio" por haber escrito, confesó recientemente.

Y si Sabina se atreverá a cantar en catalán, el "Nano" se ha propuesto convertirse en el "artista revelación" para el público más joven. Lo cierto es que, cada uno a su manera, los dos se han metido en el bolsillo a gente de todas las generaciones, llamando a las cosas por su nombre con letras no siempre políticamente correctas.

Sus canciones dibujan un retrato universal de "aquellas pequeñas cosas" que son los sueños y naufragios con los que tantas personas se sienten identificadas. Y pese a que Sabina declarara entre risas que escribió sus temas "para ligar él, no para que lo hicieran los otros", son muchas las historias que tienen la voz de Joaquín o de Joan Manuel como telón de fondo.

Lo que ocurra después de la gira es una incógnita. Ya anunciaron que probablemente habrá canciones de las que les apetezca "dejar memoria", pero de momento toda su energía estará puesta en los escenarios. Eso sí, una cosa está clara: hay Serrat y Sabina para rato.