" Frutos de estación. El encuentro casual del 30 ó 31 de marzo de 1902 de Aarón Anchorena, que venía de Nahuel Huapi, y el perito Francisco P. Moreno, recién llegado a la flamante estación Neuquén para seguir en mula hacia la cordillera sur, reunió a figuras nacionales pero no fueron las primeras de importancia en sus andenes ya que, poco antes -el 5 de enero, a las 10 de la mañana-, arribó el primer personaje notorio: el Dr. Gabriel Carrasco, inspector de territorios del Ministerio del Interior, prestigioso estadígrafo, hombre clave para organizar y compilar el famoso Censo Nacional de 1895. Escritor notable, también dejó una detallada y valiosa crónica de aquel viaje con destino final en Chos Malal. Eran tiempos de grandes novedades sureñas. Faltaba poco más de 30 días para decretarse la reserva para los futuros pueblos San Carlos y Puerto Moreno, y la estación Neuquén funcionaba (no oficialmente) como el umbral de una transformación definitiva de la región. Ya el 12 de julio de 1901 el ferrocarril británico había hecho la prueba de resistencia del puente de 7 tramos sobre el río Neuquén que accedía a la nueva estación terminal y extendió hasta allí los servicios de trenes antes de expirar el año. No sólo eso, sino que trasladó al personal de la punta de rieles anterior donde existían "todavía, los desvíos y el triángulo de la antigua estación" (más tarde Cipolletti) que dejó de funcionar en la ribera norte del río.
" Primer reclamo popular cipoleño. Los trenes del FC Sud corrieron al Neuquén ya antes del verano de 1902, ad referéndum de la habilitación oficial del gobierno central que recién lo autorizó por decreto del 12 de julio de 1902, seis meses después que los pobladores de la ribera norte reclamaron (según la historia ferroviaria oficial del FC Sud, de Rögind) porque los trenes pasaban de largo y "la falta de medios de comunicación con la margen Sud del río se veían muy perjudicados en sus intereses". Ya a principios del otoño de 1899 los trenes no oficialmente- llegaban a la hoy Cipolletti, donde estaba el obrador de punta de rieles y descargaban los abastecimientos para la estación terminal.
" Diluvio, el puente y estación Limay. El gobierno recién autorizó la línea hasta aquel destino, el 30 de mayo de 1901, un día antes de la partida de las tres formaciones ferroviarias con locomotoras embanderadas para el nutrido grupo de funcionarios que acompañaron al presidente Roca que inauguró la línea. Pero no pudo llegar a la punta de rieles y volver a Roca donde aguardaban los festejos y gran banquete inaugural. Al agasajo lo frustró la Gran Inundación que arrasó el valle del río Negro y varó a la comitiva en la estación Chimpay. El reclamo del verano de 1902 de los vecinos de la caduca estación terminal de la ribera norte del Neuquén, por levantamiento de los servicios, que puente de por medio- pasaron al sur del río, aducía que se estaba formando un pueblo "habiéndose ya solicitado 78 lotes de tierra que se iban a habilitar inmediatamente de terminarse las obras de irrigación que construía el señor Godoy por cuenta del coronel M. Fernández de Oro, propietario de la colonia Lucinda". El reclamo tuvo efecto meses después y con "fecha 15 de octubre quedó rehabilitada la estación...llamándosela Limay".
" La visión del inspector ministerial. El enviado del ministro del Interior anotó el 7 de enero de 1902 junto a la estación Neuquén que "dos pueblos se encuentran en formación al extremo de la línea del FC del Sud: el de la margen izquierda, que se conoce con el nombre de Limay, y el de la derecha, que se llama estación Neuquén". Y agregó inmediatamente: "El conjunto tiene otro nombre: los vecinos le llaman La Confluencia porque están situados en el punto en el que los ríos confunden sus aguas...para formar el río Negro". Y vaticinó: "Estos pueblos son el embrión, casi informe, de los que se formarán en el futuro...centro actual del comercio de gran parte de dos territorios nacionales".
FRANCISCO N. JUAREZ
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