VIEDMA (AV)- Unas 300 consultas sobre casos de gastroenteritis atendió durante mayo pasado y la primer semana de junio el hospital Zatti de esta ciudad. Esto representa un incremento respecto de abril cuyas estadísticas hospitalarias alcanzaron a 200.

Los médicos denunciaron que el barrio Lavalle fue el conglomerado urbano donde más casos fueron detectados, al parecer por la carencia de servicio de agua potable. Esa unidad barrial es una de los pocas en la ciudad que no cuenta con red domiciliaria dado que en un sector conviven muchas familias que se nutren de canillas comunitarias dado que sus unidades habitacionales fueron construidas en madera sin el correspondiente tendido interno, abundando además los pozos ciegos.

En menor grado se verificaron las mismas situaciones en los barrios Zatti y el complejo habitacional llamado Barrio Guido.

La referente hospitalaria Marina Deorsola explicó a "Río Negro" que de los 300 casos se hicieron 95 estudios de los cuales un 88 por ciento determinó que el origen no es bacterial, sino que se trataría de un virus.

Mencionó que frente a las sospechas se enviaron muestras al Instituto Nacional de Microbiología Carlos Malbrán con el propósito de certificar las causas. Tampoco descartó que los virus aparezcan por contactos interpersonales, como producto de la época.

Ante esa situación, las autoridades hospitalarias se reunieron con técnicos de saneamiento ambiental del Ministerio de Salud, definiendo la iniciación de una campaña destinada a difundir medidas higiénico-sanitarias previniendo nuevos cuadros.

Se consideró como importante el lavado de manos, desinfectar cocinas y baños, preparar alimentos frescos y bien cocidos. Además, se advirtió que los niños y ancianos son la población que tiene mayor riesgo.

En el caso de lactantes, se insistió en la importancia de continuar con la práctica de amamantar a los bebés.

En cuanto a la basura, se indicó la necesidad de eliminar los pañales y otros desechos en bolsas bien cerradas.