El gobierno lanzó oficialmente ayer el programa para el desarme de la población civil, ocasión en la que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, anticipó que se establecerá por ley que quien tenga armas ilegalmente "vaya a la cárcel".

Además, el ministro dijo que antes de la reglamentación de este plan de entrega por incentivo monetario, ya fueron depositadas 4.000 armas para su destrucción en dependencias estatales.

La iniciativa consiste en la entrega voluntaria de las armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo de entre 100 y 450 pesos, para luego proceder a la destrucción de los pertrechos. "Tener un arma en la Argentina es un privilegio y para tenerlo hay que cumplir con todo lo que marca la ley", sentenció el ministro en la Casa de Gobierno, en un acto que estuvo encabezado por el presidente Néstor Kirchner.

Fernández, bajo cuya órbita funcionará el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, advirtió que al término de regulación del plan "se modificará la legislación para garantizar que aquel que tenga un arma en forma ilegal vaya a la cárcel".

También estuvieron en la ceremonia el vicepresidente Daniel Scioli, el gobernador de Mendoza, Julio Cobos en su provincia ya se aplicó un plan de canje similar y representantes de organismos de derechos humanos y de entidades de familiares de víctimas de la violencia.

El ministro del Interior sostuvo que el canje comenzará el 28 de junio en Necochea y quienes entreguen voluntariamente su arma de fuego recibirán un incentivo de 100 a 450 pesos, de acuerdo al tipo de material presentado. El armamento "será destruido en forma inmediata a martillazos" y la ganancia que se obtenga por su fundición será para la Fundación del Hospital de Niños Juan Garrahan, señaló.

Fernández dijo que, previo a la reglamentación del programa establecido mediante la ley 26.216 ya fueron depositadas 4.000 armas para su destrucción en las dependencias estatales. Según un informe de la Red para el Desarme (ong que apoya la iniciativa) "uno de cada diez hogares argentinos posee un arma de fuego" y el 65 por ciento de las muertes causadas por su uso "ocurren en accidentes, suicidios y conflictos interpersonales".

El ministro declaró, incluso, que "en la Argentina las armas de fuego son la segunda causa de muerte". Y subrayó que es "el peor de los errores" comprar armamento "suponiendo que es la forma de proteger a la familia" contra la inseguridad.