ROCA (AR).- La aparición de Sebastián Ballessi conmocionó y mantuvo en vilo a gran parte de los habitantes de la región. Es que el peluquero de 25 años, se presentó ante un cura cipoleño y le dijo, fuera del secreto de confesión, que había participado en la denominada "masacre del laboratorio" y que además era el asesino de la kinesióloga Diana Del Frari. Por el primero de los casos fue condenado a perpetua David Sandoval, pero los investigadores siempre aseguraron que el homicidio de Mónica García, Carmen Marcovecchio y Alejandra Carbajales, no había sido cometido por una sola persona. En el caso de Del Frari, nunca se llegó a imputarle el homicidio a nadie.

Pero la expectativa que se generó desde aquel 2 de mayo cuando Ballessi se puso en el centro de la escena de estos resonantes casos, fue decayendo con el paso de las semanas. Primero se ordenaron pericias psicológicas, por lo que Ballessi fue alojado en el sector de Salud Mental del hospital roquense. Luego, y cuando quería "confesar" ante el juez, por orden de sus abogados, guardó silencio.

De esta manera, ninguna prueba había en su contra. De todos modos, la versión que le había dado Ballessi al párroco, no cerraba del todo. Especialmente cuando dijo que él había asesinado a las mujeres en el laboratorio solo, y que David Sandoval no tenía nada que ver.

Lo cierto es que con respecto a la "masacre del laboratorio", no se encontró ninguna prueba que lo comprometiera.

El juez Juan Torres ordenó comparar las huellas dactilares de Ballessi con algunas halladas en el laboratorio donde se cometió el crimen, y que hasta el día de la fecha no han podido ser identificadas ya que la comparación con el peluquero dio negativa. El mismo resultado dieron las ruedas de reconocimiento que se ordenaron.

También se le realizaron estudios para determinar si en algún momento, Ballessi se manchó con ácido acético, ya

que uno de los asesinos -sería el que no está identificado- se llevó un botellón de este líquido del laboratorio tras rociar a sus tres víctimas. Sin embargo, cuando había recorrido varias cuadras en bicicleta, se cayó y se rompió el envase de vidrio, por lo debe haber entrado en contacto con el poderoso ácido.

Estos estudios también dieron negativos.

Ante este panorama, el juez ordenó dictar la falta de mérito para el peluquero cipoleño, pero además que comience un tratamiento psiquiátrico.

La misma resolución tomó el juez con respecto al crimen de Del Frari.

El querellante José Gerez, quien había dicho a poco de aparecer Ballessi que "era un impostor", señaló ayer que si el primer día se le hubiera tomado la confesión, "se hubiera evitado todo este tiempo que perdió la justicia, además del dinero para realizar los distintos análisis".

Sin bien la falta de mérito mantiene ligado a Ballessi a la investigación de los casos, es casi un hecho que será beneficiado con el sobreseimiento.