VIEDMA (AV)- Preocupa en algunos niveles de conducción una agresión vivida en un organismo público provincial.

El escenario fue la agencia de Desarrollo local, donde una empleada de respetable porte golpeó a otra mujer con tal furia que la habría dejado marcada, bajo la mirada atónita de ocasionales testigos que debieron intervenir para poner fin a la golpiza. Quienes observaron la escena serían personal del organismo, pero igual el comentario ganó la calle. El tema habría derivado en una denuncia penal y la certificación policial de las lesiones.

Al parecer no sería importante la carga laboral en este organismo y la pregunta que surgió de inmediato es si se habrán tomado las medidas respectivas para evitar que situaciones lamentables como estas vuelvan a suceder.

Hechos de estas características son inadmisibles en cualquier lugar pero mucho más en un organismo que se supone debe estar dedicado a encauzar y generar proyectos productivos. Y además ¿podría ser considerado como un maltrato laboral?, si es que se confirman algunas versiones que señalan que la golpiza se habría suscitado frente a la mirada de una persona que tendría capacidad de conducción en el organismo.

En la Legislatura sigue todavía en análisis un proyecto en relación a la violencia laboral en la administración pública.